Algunos de los principales beneficios que aporta a cualquier corredor el estiramiento del cuádriceps partiendo de una posición arrodillada son la extensión adecuada del propio cuádriceps, del psoas ilíaco y la apertura del pecho, sin olvidar las tres variantes que también nos proporciona este ejercicio para no caer en la monotonía.

Este estiramiento se puede realizar después del ejercicio físico, aunque también resulta muy recomendable como acción previa a la actividad. Los músculos de la pantorrilla se emplean intensamente durante casi toda la jornada, puesto que soportan la mayor parte de la carga durante los actos de caminar, correr y saltar.

Los músculos de la cara medial (interna) y lateral (externa) de la cadera y del muslo son bastante grandes. Como grupo, se denominan, respectivamente, músculos aductores y abductores y se encargan de la aducción (llevar la pierna hacia la línea media del cuerpo) y la abducción (desplazar la pierna separándola de la línea media del cuerpo) de la cadera.

Los extensores de la rodilla, que conforman el cuádriceps, se emplean para acciones habituales como ponerse de pie, sentarse, caminar, correr y saltar. Las distensiones y lesiones de los músculos y tendones del cuádriceps son comunes entre deportistas de 15 a 30 años de edad que practican actividades explosivas.

Uno de los estiramientos más sencillos, incluso para un principiante, es el del aductor de la cadera con flexión de rodilla para los músculos de la parte interna del muslo. Se trata de una zona poco utilizada en las actividades cotidianas habituales, por lo que suele ser un lugar más débil que otros músculos del muslo y la cadera, pudiéndose fatigar con mayor rapidez.