La disciplina, además de buscar el desarrollo de la fuerza, persigue mejorar el resto de cualidades físicas, fomentando la resistencia cardiovascular y muscular, la flexibilidad, la potencia, la velocidad, la coordinación, la agilidad, el balance y la precisión.

Según explica a Infosalus Carlos Bernardos, director técnico de los centros GO fit, el entrenamiento de alto rendimiento se organiza en tres o cuatro días y uno de descanso. "Este reposo es fundamental ya que, tras el entrenamiento, permite al cuerpo adaptarse a las nuevas demandas de actividad física derivadas del esfuerzo anterior y desarrollar la capacidad para mejorar en posteriores sesiones", explica Bernardos.

Beneficios

En una sesión de entrenamiento de alta intensidad se combinan ejercicios que movilizan distintos grupos de músculos del organismo, lo que ayuda a conseguir un trabajo físico global y a aumentar la frecuencia cardíaca de forma mantenida, dando lugar así al trabajo cardiovascular que se persigue.

Este tipo de sesiones mezcla circuitos de ejercicios típicamente militares, como subir por cuerdas, arrastrarse deprisa por el suelo o la carrera, con otros procedentes de la gimnasia básica como las anillas, los saltos o la suspensión, e incluso algunos del ámbito del levantamiento de pesos.

Bernardos señala que si se practican estos ejercicios de alta intensidad el cuerpo debe recibir el aporte calórico que necesita y seguir una dieta equilibrada que balancee carbohidratos, proteínas y grasas, por lo que no se pueden seguir dietas que restrinjan el consumo de calorías con el objetivo de perder peso. La activación metabólica es tal, añade el profesional, que el mayor gasto calórico continúa en marcha varias horas después de concluir el ejercicio.

El técnico apunta que el objetivo es que toda persona que desee realizar ejercicio lo haga y éste sea el más completo posible, por lo que beneficiará de forma global al organismo sea cual sea su punto de partida. Además, Bernardos indica la posibilidad de adaptar cada ejercicio al estado físico de la persona porque lo que supone un esfuerzo y hace trabajar al corazón en unos individuos puede no activar en gran medida a otros.

Ventajas

Bernardos apunta que el entrenamiento de alta intensidad supone una vuelta al estilo más tradicional de ponerse en forma. Frente a las tendencias actuales de puesta a punto en los gimnasios basadas en el uso de máquinas dirigidas al trabajo con determinados grupos de músculos, estos circuitos de ejercicio aportan tres ventajas:

1. Funcionalidad: se utilizan ejercicios funcionales, ya que se considera el cuerpo como un todo, de manera que no se ejercitan grupos musculares de forma aislada. Se enfatiza en los movimientos y en la función del músculo, no en su forma.

2. Variación: es un entrenamiento creativo que considera que es la variedad de estímulos la que consigue provocar una mejor respuesta adaptativa. Ninguna sesión es igual a la anterior.

3. Intensidad: cada sesión es de alta intensidad y de corta duración. Este tipo de entrenamientos produce resultados espectaculares, sea cual sea el objetivo perseguido.