Síntomas

El dolor agudo en uno de los tres músculos principales de la parte posterior de la pierna que discurren desde justo debajo de la nalga hasta la rodilla puede ser desde una distensión menor (contractura, con poca o ninguna inflamación) hasta un desgarro importante (inflamación, hematoma, inmovilidad).

Los corredores se quejan con frecuencia de tensión localizada o de una sensación de quemazón en la zona.

Causas

Aunque la gravedad de la lesión variará, las distensiones o los desgarros de los isquiosurales normalmente ocurren de repente durante sprints y otros tipos de ejercicio balístico, como los pliométricos, subir cuestas corriendo o levantar pesas.

No calentar correctamente antes de los entrenamientos de velocidad o de una competición puede hacer a este grupo muscular propenso a lesiones, sobre todo en los días fríos. Asimismo, la debilidad de los músculos glúteos sobrecargará los músculos isquiosurales, lo cual puede provocar potencialmente lesiones.

Remedio

Para empezar, hay que asegurarse de que los glúteos estén fuertes. Los entrenamientos en cuesta y otras formas de trabajo de velocidad activarán los glúteos, pero también los ejercicios complementarios como el peso muerto a una pierna, sentadillas a una pierna y saltos de cajón.

Cuanto mejor equilibrada esté la musculatura de la parte posterior de las piernas, menos probable será que el corredor desarrolle una lesión en la zona. Debe calentarse correctamente antes de correr, especialmente antes de un entrenamiento intenso de velocidad o de una competición para evitar una posible lesión de isquiosurales.

Si se sufre dolor o inflamación de este grupo muscular, hay que dejar de correr y aplicar hielo para ayudar a reducir la inflamación de inmediato. Debe recurrirse a un masoterapeuta que trabaje sobre la zona y trate la musculatura en profundidad.