1. Vuelve a casa corriendo.

Correr dando vueltas es práctico, pero también puede acabar siendo de lo más desmotivante. Así que, en lugar de eso, ¿por qué no tomar un tren o un autobús hacia cualquier sitio y volver a casa corriendo? Además de proporcionarte un cambio de escenario, también le añade a la carrera la motivación más básica: las ganas de llegar a casa.

2. Corre hacia cualquier otra parte.

Otra manera sencilla de crear un cambio de escenario es realizar la ruta habitual en dirección contraria. O también puedes variar por completo la ubicación, como por ejemplo intercambiando rutas con un amigo.

3. Llévate a un compañero contigo.

Como bien saben todos los que corren, a veces la carretera puede resultar muy solitaria. Así que, ¿por qué no invitar a alguien a correr contigo? Un amigo, tu hijo en bici, tu perro... Llevar compañía acaba con la sensación de soledad y te ayudará a salir de casa cuando estés a punto de sucumbir ante cualquier excusa.

4. Escucha música.

La música puede ser altamente motivadora, y tener una canción gancho para ayudarte a superar los momentos críticos funciona de maravilla. Crea una lista de reproducción, localiza unos auriculares que se te ajusten bien y ya puedes salir. Seleccionar las canciones perfectas para correr se ha convertido en toda una ciencia en la red, así que si necesitas inspiración sólo tienes que hacer una búsqueda por “listas de reproducción para correr”.

5. Márcate un reto y una recompensa.

Perseguir un objetivo fuera de las competiciones y recompensarte por lograrlo puede hacer que correr te resulte más divertido. Genera un poco de competitividad contigo mismo y, cuando ganes, mímate con una buena cena o cómprate alguna pieza nueva de equipamiento.

6. Únete a un grupo o comunidad.

Hazte del club de corredores de tu calle, de un grupo de blogueros o de una comunidad online. Está demostrado que compartir tus experiencias corriendo con otros ayuda a mantenerte motivado. De hecho, es lo que puede convertir lo que es una simple afición por correr en una pasión para toda la vida.

7. Elige una competición.

Trabajar para competir en un evento es una gran manera de estructurar tus carreras de entrenamiento y hacerte sentir más motivado. Entrenar de cara a la participación en una prueba permite mejorar tu rendimiento y es una recompensa satisfactoria en sí misma. Y conlleva el extra agregado de que culmina en un día sociable y divertido fuera de casa. Si necesitas ayuda para trabajar tu rendimiento de manera responsable, comienza un buen programa de entrenamiento.

8. Corre por un motivo benéfico.

Correr por una razón solidaria es para muchas personas una experiencia muy enriquecedora y una gran manera de mantenerse motivado. Sólo debes asegurarte de elegir una causa que te llegue al corazón, algo por lo que estés dispuesto a sudar.

9. Añade otro deporte.

Los entrenamientos combinados pueden ayudar a que te conviertas en un corredor más fuerte y equilibrado. Añade deportes de bajo impacto, como nadar o ir en bicicleta, porque aportará variedad a tu entrenamiento y beneficios a tus carreras.

10. Corre en otros momentos del día.

Y dejando el consejo más sencillo de todos en último lugar, intenta variar la hora del día en la que sales a correr. Si estás acostumbrado a correr por la noche, una vez a la semana intenta salir a entrenar por la mañana o viceversa. Te hará salir de la rutina y le dará una perspectiva diferente a una ruta ya conocida.