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sábado, 27 de abril de 2024 00:00h.

Ruta por los montes y los mares de Castilla, entre Valladolid y Palencia

Además de las numerosas rutas naturales catalogadas que existen en la provincia de Valladolid, hay otras sin señalizar que ofrecen un bonito paseo en esta época del año, cuando los campos verdean y el viento mece la tierra de Castilla. Una de ellas, de unos ocho kilómetros y apta para caminantes y ciclistas, discurre entre las provincias de Valladolid y Palencia, en esa zona limítrofe que es la confluencia entre el Valle Esgueva y el Cerrato palentino.

Fotos: Efe

El punto de partida es Amusquillo, una pequeña localidad vallisoletana bañada por uno de los pocos ríos femeninos españoles, la Esgueva, afluente del Pisuerga al que Quevedo y Góngora dedicaron letrillas que hacían reír a la Corte española del siglo XVII, una época en la que Valladolid era capital y residencia real.

Al salir del pueblo se emprende el camino por la carretera que lleva a Alba de Cerrato y sube por la zona llamada de El Terrero, unas laderas de las que antaño los tejeros extraían la tierra para elaborar tejas y ladrillos. Y no sólo eso, ya que en este lugar, que conforma un bonito mirador sobre la zona, se asientan también viñas centenarias y antiguas bodegas excavadas en la tierra.

Durante la subida por la carretera es muy probable encontrarse con algún conejo de los muchos que habitan en huras o madrigueras en el interior de estas laderas. Se toma el primer desvío a la derecha para pasear entre tierras de labor y hallar, tras un repecho, la fuente de La Pililla, con arco de piedra y doble abrevadero.

La Pililla se encuentra junto a una zona de recreo cobijada bajo una arboleda, un lugar donde los garullos -habitantes de Amusquillo- se reúnen para comer y pasar algunas tardes de verano.

 

Tierra Colorada

Se continúa por la carretera para tomar más adelante el camino de Vertavillo, flanqueado por los verdes trigales del pago de la Calera, que toma su nombre de la cal de sus tierras.

El desvío que sale a la derecha lleva a ras del páramo a la Tierra Colorada, donde se encuentra un monte de encinas y robles. Desde aquí podremos observar una bonita panorámica sobre los pueblos del Valle Esgueva y, con un poco de suerte, también algún ciervo trotando por los trigales.

La avifauna de esta zona es variada, pero abundan aves agrícolas como la perdiz roja, el alcaurín, el triguero, la calandria, la tórtola común, el escribano hortelano o la curruca tomillera.

El camino de la izquierda guía hasta el Monte Viejo o Barranco de las tres rayas, una zona donde confluyen los términos municipales de Vertavillo, Torre de Esgueva y Amusquillo.

 

Provincia de Palencia

Se entra en el Valle de Arranca, donde un hito en el curso del camino señala que entramos en la provincia de Palencia, concretamente en el municipio de Vertavillo, zona de interés comunitario (LIC) y de observación de aves.

El trazado lleva hasta Tablada, un pastizal rodeado por árboles con un pozo en buen estado de conservación y usado antiguamente por los pastores que guiaban su ganado hasta Extremadura por la Cañada Real Burgalesa, que atraviesa este valle.

Es ésta una cañada montaraz y solitaria que ha sido tierra de pastores -y de lobos-, tal y como atestiguan los chozos de piedra que pueblan el camino y que, en este tramo, era conocida por los trashumantes como Los Páramos, una región de monte por la que avanzaban días y días sin encontrarse un alma. Gracias a la existencia de esta vía pecuaria se ha podido conservar la vegetación natural de este valle, uno de los pocos no cultivados del Cerrato.

La vuelta se hará por el mismo lugar, pero esta vez por una senda que se adivina a la izquierda, entre encinas, para salir a otro sendero entre sembrados, el camino de Valseco.

Se toma el desvío de la derecha, que oculta, entre encinas y robles, en medio de las tierras de labor, un pozo que usan los pastores que traen a sus ovejas a pastar por estas tierras. A 800 metros de altura no es extraño que existan por la zona pequeños pozos naturales.

El camino desemboca en la carretera de Alba, cuyo trazado se sigue hasta Amusquillo.