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miércoles, 15 de mayo de 2024 00:24h.

Ruta de 25 km por el Camino Natural del Baix Ebre

El Camino Natural del Baix Ebre es el tramo final de la antigua vía de ferrocarril de la Val de Zafán, ruta que nace en la localidad turolense de Alcañiz y atraviesa el Bajo Aragón para entrar en Tarragona por la comarca de la Terra Alta. Tiene una longitud de 25,3 km, con un desnivel positivo acumulado de 174 m y un desnivel negativo de 83 m.

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Fotos: Magrama

Toda la ruta se encuentra acondicionada y señalizada desde Xerta, y cada una de las antiguas estaciones cuenta con un merendero y panel interpretativo. Su inicio está situado junto al Camí dels Codonyers, cerca de la travesía de la carretera C-12, a la altura del punto kilométrico 18, muy cerca del Estadio de Deportes de Tortosa. Si se siguen los raíles que quedan a la espalda, se llega hasta el puente metálico del tren sobre el Ebro, con la estación moderna de Tortosa al otro lado, donde todavía se conserva la catenaria antigua de la infraestructura.

Tras encontrar un panel informativo, se cruza sobre el Canal de la Derecha del Ebro, llegando a Ferreries, una zona industrial con grandes naves para posteriormente pasar bajo la carretera TV-3421. Un antiguo puente conservado de la vieja estructura ferroviaria y un indicativo del GR-99 informan al viajero de que sigue en el camino correcto.

Se continúa por la calle Vial de Valdezafán, superando una rotonda, hasta un merendero cercano a la ciudad de Roquetes. Después de varias intersecciones con carreteras, se alcanza la antigua estación de Aldover, población que ofrece al viajero su interesante plata fluvial a orillas del Ebro.

 

Xerta

El camino, que circula sobre la antigua vía ferroviaria, atraviesa huertas de naranjos, almeces (Celtis australis) y cañaverales, y pasa bajo la carretera C-12 para convertirse en una pista de hormigón con línea central pintada. El recorrido, que hasta ahora transcurría entre huertos y poblaciones, va descubriendo un paisaje más agreste y natural, paralelo a la C-12, que coincide con el Sendero del Ebro (GR-99) desde el Barranco de la Conca.

La pista hormigonada pasa a ser un firme de tierra hasta encontrarse con la C-12. La ruta discurre unos 200 metros por su arcén izquierdo y hay que extremar las precauciones al cruzarla, pues el tráfico es intenso. Una vez salvada, se toma la carretera vieja hasta llegar a una gasolinera. El itinerario pasa de nuevo bajo la carretera, acercándose al Canal de la Derecha del Ebro y circulando junto a él hasta girar a la izquierda para entrar en la localidad de Xerta.

 

 

Rodeando la iglesia de la Asunción y San Martín, el camino gira a la derecha y de nuevo a la izquierda en la siguiente intersección. Después de cruzar la calle de Antoni Anyon y la carretera de Gandesà, se tuerce a la derecha para encontrarse con la estación de Xerta.

Un curioso reloj lunar junto a la carretera y un monumento con forma de puente erigido en homenaje a los constructores de las compuertas del Canal de la Derecha del Ebro quedan atrás, y el Camino discurre durante un tramo separado de la C-12 por tan sólo un quitamiedos. De frente se puede ver el macizo de Els Ports, que separa el Ebro de la comarca de la Terra Alta.

 

Los túneles

Más adelante se llega a la altura del antiquísimo Azud de Xerta, siempre en obras de mantenimiento debido al agresivo carácter de las avenidas y crecidas del gigante acuático que es el Ebro. La ruta se aleja de la orilla fluvial, adentrándose en el primero de los muchos túneles que atravesará hasta el final del recorrido.

Hay que tener a mano la linterna, pues todavía esperan al viajero dieciséis túneles más, algunos de ellos de longitud considerable y, aunque muchos contaban en origen con iluminación eléctrica, es posible que en ocasiones no funcione.

Próxima al Camino, y por debajo del mismo, discurre la carretera C-12. Pronto se encuentra la localidad de Benifallet, en la otra orilla, oculta tras un recodo del río. Internándose en varios túneles más, se abandona definitivamente la compañía del río Ebro para adentrarse en el barranco de la Canaleta.

Se alcanza así la antigua estación de Benifallet, actualmente en restauración. Si se quiere visitar, el pueblo está a 4,5 kilómetros por el GR- 7. Un par de edificios en ruinas aparecen en el recorrido, probablemente casas de peones camineros dedicados a la construcción y mantenimiento de la vía férrea, y tras otro de los túneles la ruta pasa a la otra orilla del barranco mediante un viaducto.

Se circula ya por la margen izquierda del río Canaletas. Varias terrazas, acondicionadas con bancos, permiten al viajero disfrutar de espectaculares vistas al cañón, una estrecha llanura fluvial donde aparecen pequeños huertos y cañaverales que, según avanza el Camino Natural, se va estrechando transformándose el paisaje en espectaculares paredones verticales de roca caliza, donde son abundantes las cuevas y oquedades, mientras pinares y brezos (Erica sp.) crecen en las empinadas laderas.

Poco después de atravesar el último de los túneles, la excursión finaliza en la vieja estación de Pinell de Brai, situada a la salida de un túnel junto a la carretera T- 324 (N- 230), a la altura del punto kilométrico 14, donde existe una entrada para vehículos y un aparcamiento.