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lunes, 06 de mayo de 2024 00:00h.

Camino Natural de Ojos Negros, en la provincia de Teruel

Las laderas abiertas del amplio valle del Jiloca son de arenisca, arcilla o tablas calizas, y albergan una biodiversidad propia del hábitat estepario, por lo que no resultará difícil encontrar entre los espartales, alcaravanes, alondras y sisones. El inicio de este Camino Natural hacia el Puerto de Escandón se encuentra en la antigua estación de tren de Santa Eulalia, en la carretera A-1511 dirección a Pozondón. Tiene una longitud de 49 kilómetros, con un desnivel positivo de 320 metros y un desnivel negativo de 165 metros.

Fotos: MAGRAMA

El recorrido comienza atravesando una estepa con algunas parcelas dedicadas al cultivo de cereales, por la que se entrecruzan caminos rurales que sortean pequeños barrancos y cauces de arroyos estacionales. La ruta pasa cerca de algunas masías aisladas hasta llegar a un núcleo que se conoce como Las Granjas, junto a una acequia que riega los maizales y las choperas de Cella. Inmediatamente después cruza una vía pecuaria asfaltada y empieza un largo tramo compartido con vehículos, aunque con tráfico escaso pues tan sólo es utilizado por los agricultores.

La población de Cella queda a dos kilómetros de la ruta, asentada en un cerro, pero es recomendable desviarse hasta allí para recorrer sus estrechas callejuelas medievales o la plaza del Ayuntamiento, como ya hiciera el Cid, y visitar el nacimiento del Jiloca, que se produce en un gran pozo artesiano dentro de la localidad. Este pozo es uno de los mayores de Europa y fue acondicionado en el siglo XII por los templarios.

 

Viaducto sobre el río Alfambra

De vuelta a la ruta, el cruce del Camino Natural continúa entre unas choperas de repoblación que delatan por dónde iba el cauce natural del río casi seco. En este tramo se conservan aún restos de puentes de los antiguos caminos agrícolas sobre la línea del ferrocarril minero de Ojos Negros por la que discurre el Camino Natural. Al final de un tramo de regadío, cruza a nivel la carretera de entrada a Cella por una rotonda nueva, y pasa por una antigua paridera que se conserva junto a un vallado industrial.

Tras la estación de Cella, acondicionada con un merendero, el Camino se dirige a Caudé por tierras de secano, acercándose poco a poco a la moderna autovía Mudéjar (A-23) y a las laderas del valle. Finalmente cruza bajo la N-234, y después sobre la vía de tren por una pasarela metálica nueva que, al estar elevada, permite muy buenas vistas.

La pequeña pedanía turolense de Caudé queda junto a la ruta, y desde la estación se puede bajar a llenar las cantimploras de agua en la fuente situada junto a la iglesia.

El Camino Natural sigue por un tramo llano hasta cruzar la autovía A-23 en dirección Concud, para bajar suavemente hacia la vega del río Alfambra y continuar después por el Cerrillo de Casa Roya hasta la estación de Teruel, ubicada a cinco kilómetros de distancia.

 

Los pinares de la Hoya de Teruel

Tras la visita obligada a la capital, Patrimonio de la Humanidad, la ruta atraviesa una zona de cárcavas de gran belleza, en el Puntal de la Hoya Blanca, y lentamente remonta para pasar bajo el viaducto de las carreteras A-226 y A-23.

La autovía se volverá a cruzar más adelante varias veces por debajo. Aparecen entonces, por primera vez, terrenos forestales, los pinares de la Hoya de Teruel. Sucesivas trincheras y terraplenes mantienen una suave pendiente que asciende hasta el viaducto sobre la Rambla de Río Seco y cruzar la A-23 por un paso elevado.

Poco a poco el matorral va dando paso a densos pinares con encinas (Quercus ilex), enebros (Juniperus sp.) y sabinas (Juniperus sp.). Tras un viaducto se llega a la estación de Valdecebro, en medio del pinar que evita problemas de erosión. Tras acercarse el Camino a la autovía, el sustrato cambia a piedra caliza y aparecen bosques más densos.

Grandes trincheras, dos túneles y cuatro viaductos más van cruzando los sabinares y pinares del Puerto del Escandón, donde unos paneles informativos indican el final del Camino Natural y de la Vía Verde de Ojos Negros, aunque la ruta, equipada y bien señalizada, se puede seguir hasta Sagunto.