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sábado, 27 de abril de 2024 19:08h.

Camino Natural de Pedro Saputo: Una ruta de 26 km por la provincia de Huesca

Con la presencia del antiguo castillo musulmán de Almudévar (Huesca) dominando el paisaje desde la cumbre de un cerro, cuyas ruinas albergan la ermita cisterciense de la Virgen de la Corona, se inicia esta ruta, que transcurre paralela al Canal de los Monegros y a la acequia de la Violada, con una longitud de 26 km prácticamente llanos en su totalidad.

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Fotos: Magrama

El comienzo de este Camino, situado en los límites del pueblo, se encuentra perfectamente señalizado, complementándose con un panel informativo que indica al viajero la longitud y características principales del recorrido.

A escasos 600 metros del inicio se encuentra la fuente de los Tres Caños, de origen musulmán, cuyas aguas se utilizan actualmente para el riego. En este punto también hay un área recreativa donde se puede disfrutar de un sombreado descanso y consultar el panel que informa sobre “Pedro Saputo”, personaje literario del siglo XIX nacido en Almudévar, al cual deben el apodo de "saputos" los oriundos de este lugar, también famoso por la elaboración de sus artesanales “trenzas”, un dulce de hojaldre típico que constituye un auténtico placer para los paladares golosos más exigentes.

 

Castillo de Almudévar

En su avance la ruta se va aproximando al margen derecho del Canal de los Monegros, delimitado por un seto de pinos que protege sus orillas de la erosión. En este tramo es posible disfrutar de las vistas que, hacia la derecha, ofrecen las cercanas sierras del Prepirineo. La ruta atraviesa numerosos caminos de acceso a las fincas por las que pasa, aunque unos antiguos mojones de la Confederación Hidrográfica del Ebro, colocados cada 500 metros, lo identifican de manera inconfundible. Los cultivos de vides, olivos y almendros se suceden y, en ocasiones, es necesario compartir el trazado con las máquinas de labranza.

El cercano canal permite al viajero amante de las aves disfrutar de una variedad siempre cambiante, destacando la presencia casi permanente de las huidizas garzas reales (Ardea cinerea). Entretanto, la imagen de Alcalá de Gurrea recortándose en el horizonte empieza a marcar el fin del primer tramo de la marcha, donde numerosos puntos informativos desvelan los secretos de la flora y fauna de la zona.

A la altura del kilómetro 7 el Camino cambia de sentido y gira a la izquierda para cruzar el Canal de los Monegros y su muy transitada carretera de servicio, para posteriormente volver a girar a la derecha, acompañando desde este punto las aguas que por la izquierda de la ruta y hasta casi el final de este Camino Natural lleva la nueva acequia de la Violada.

 

Valsalada

El Camino, en el que se puede aprovechar para hacer un alto en una de las áreas habilitadas como zona de descanso entre los canales de riego, deja atrás un huerto solar y una planta de elaboración de compost y continúa avanzando, de forma sinuosa y sin muchas variaciones, por un suave paisaje en el que se intuye Valsalada oculto tras los pinares. Esta localidad es uno de los muchos pueblos de colonización que se fundaron en la década de 1940, a fin de repoblar las zonas menos habitadas de la Península.

Más adelante aparece la balsa de riego de la Magdalena junto a un nuevo área de descanso y muy próxima también a una parcela de experimentación de árboles frutales. En los paneles explicativos, muy abundantes en todo el recorrido, se recoge información tanto de las aves que se pueden observar, entre las que destaca el amenazado cernícalo primilla (Falco naumanni), como de las características esenciales del sistema de regadío, de vital importancia para la comarca, del que estas “balsas” que se utilizan para almacenar las aguas de lluvia constituyen una de las estructuras más típicas de las zonas de cultivo.

 

Balsa de riego de la Magdalena

El canal de la Violada y el Camino Natural continúan su avance por las duras tierras yesíferas, en las que llaman la atención pequeñas parcelas donde los escolares de la zona apadrinan y cuidan personalmente los árboles que ellos mismos han plantado allí para que logren sobrevivir.

Siguiendo el trazado de la ruta, los marchadores continúan viaje hasta el Mirador del Pirineo, en cuyo panel vienen indicados los nombres de las distintas sierras que se pueden contemplar en el horizonte. Al bajar del Mirador, el camino se bifurca en un tramo corto que ofrece dos opciones: recorrer el Corredor Geológico, única zona que se atraviesa en trinchera donde se ve puede ver el perfil del terreno, o bien continuar por el Corredor Aromático, un suave camino sembrado de tomillo (Thymus sp.), romero (Rosmarinus sp.), lavanda (Lavandula sp.) y otras plantas aromáticas.

Pasado el único tramo con cierta pendiente, a unos 600 metros, el Camino se aleja del Canal en dirección al pueblo de colonización de El Temple. Este ramal de la ruta atraviesa un sombreado paseo de moreras (Morus sp.) que conduce a las afueras del pueblo, donde se encuentra un nuevo panel interpretativo.