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viernes, 26 de abril de 2024 14:16h.

Primeros auxilios ante una lesión por esguince de tobillo

El esguince de tobillo es una de las lesiones más comunes, ya que representa el 38% de los problemas que afectan al aparato locomotor y, en cuanto a los deportes, supone el 40-50% de las lesiones en baloncesto, el 16-23% en fútbol y el 20% en atletismo.

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Foto: running.es

Según explica José Santos, secretario general del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid, un esguince de tobillo es un desgarre parcial o total de los ligamentos -las bandas fuertes de tejido que cruzan las articulaciones y conectan los huesos entre sí- que soportan el tobillo al realizar un movimiento denominado de inversión del pie.

El ligamento sirve como estabilizador de una articulación, en este caso el tobillo se tuerce hacia un lado u otro produciéndose una rotura de ligamentos o esguince, señala Santos. El mecanismo típico de la lesión se lleva a cabo por inversión tras una caída o torcedura repentina del tobillo, como por ejemplo pisar en una superficie irregular o en un hoyo, un mal paso al correr, etc.

 

Síntomas y primeros auxilios

Los síntomas más comunes son la impotencia para caminar, dolor local, hinchazón de la articulación y moratones alrededor del tobillo. El dolor empeora al caminar, estar de pie, presionar en el área dolorida o mover el tobillo hacia adentro.

Según señala Santos, es posible también que se sienta incapacidad para mover la articulación del tobillo sin sentir dolor e incluso escuchar un chasquido en la articulación en el momento de la lesión.

Si creemos padecer un esguince, el fisioterapeuta aconseja:

1. Tratar de no caminar ni apoyar con el pie afectado si creemos que podemos sufrir un esguince de tobillo.

2. Aplicar frío: debemos conseguir una bolsa de hielo para aplicarlo de inmediato en la zona con el fin de evitar un mayor derrame e hinchazón. "Si estamos en casa hay soluciones como la bolsa de gel frío o la bolsa de guisantes congelados", apunta el fisioterapeuta. "Lo ideal es que sea hielo picado porque en cubitos puede llegar a quemar por congelación. Por tanto, no debemos aplicar el frío directamente, sino con un tela o paño para poder aguantar la aplicación", aclara.

3. Elevar la zona mientras estamos en reposo para ayudar a que la hinchazón no aumente en nuestra articulación. Sin embargo, Santos advierte que no sirve estar sentado con el pie encima de una silla. "Lo mejor es estar tumbados y poner la articulación por encima de nuestro tronco para ayudar realmente a drenar nuestra articulación tumefacta", apunta el fisioterapeuta.

4. Es importante tratar el esguince y no esperar a que se 'cure' solo: es necesario ir al médico cuanto antes para confirmar el tipo de esguince que sufrimos y descartar lesiones asociadas que compliquen nuestra recuperación, como puedan ser desgarros o rotura del ligamento, arrancamiento o fisuras óseas. Según señala Santos, el riesgo de sufrir un nuevo esguince es mayor en los 12 meses siguientes al esguince inicial, de ahí la importancia del tratamiento curativo y preventivo en este periodo de tiempo.