En deportes interválicos y de alta intensidad (disciplinas de fuerza, combate o equipos), la deshidratación reduce la capacidad del sistema nervioso central de estimular la contracción muscular. Así, por ejemplo, un 3% de deshidratación reduce un 8% la fuerza del tren superior y un 19% la del inferior.

"En el deporte, a través de la respiración y sudoración profusa, las pérdidas de agua pueden llegar a los 2 ó 4 litros la hora. Sin embargo, las necesidades hídricas dependen de la intensidad de la actividad y el estrés térmico. Para que la hidratación sea adecuada, las bebidas durante la competición deben ser isotónicas", han comentado ambos expertos.

Recomendaciones

Del mismo modo, durante la actividad deportiva en disciplinas con una duración menor a 1 hora, las instituciones internacionales recomiendan no pasar de entre el 6% y el 9% la concentración de hidratos de carbono (HC).

Ya en competiciones de ultraresistencia se llega a aconsejar una toma máxima de 90 g/h HC y se señala que los deportistas que toleran más HC durante la competición son los que alcanzan un mayor rendimiento deportivo. Por ello, las últimas recomendaciones en atletas de larga duración son 60-90 gramos de hidratos de carbono a la hora, sobre todo en deportes que se prolongan más de 4 horas.

"Las temperaturas bajas (10º C) retardan la absorción de la bebida y por encima de 20º C no son apetecibles. Por ello, es necesario mantener una adecuada temperatura de la bebida, siendo recomendable añadir cubitos de hielo en los botellines, especialmente cuando se compite en ambientes calurosos", han zanjado los investigadores.