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domingo, 12 de mayo de 2024 04:26h.

El explorador Ranulph Fiennes abandona su reto antártico por congelaciones

El veterano aventurero británico Ranulph Fiennes ha sufrido severas congelaciones durante un entrenamiento, por lo que se ha visto obligado a abandonar sus planes de cruzar la Antártida durante el invierno, según anunciaron ayer los organizadores de la expedición. El equipo que acompaña a Fiennes espera ahora a que mejoren las condiciones climatológicas para trasladar al explorador a la estación antártica Princesa Isabel, a 70 kilómetros de donde se encuentra, y evacuarlo más tarde a Sudáfrica.

Foto: EFE/Edmond Terakopian

A sus 68 años, Fiennes entrenaba para intentar atravesar una de las regiones más frías del planeta durante el invierno austral, que comienza el próximo 21 de marzo, una marcha de más de 3.200 kilómetros en una oscuridad casi completa y con temperaturas que pueden alcanzar los 90 grados bajo cero.

El británico quedó herido tras caer en la nieve durante un entrenamiento y haber intentado reparar uno de los enganches de sus esquís con las manos descubiertas a una temperatura de -30 grados centígrados, explicó en un comunicado la organización sin ánimo de lucro Seeing is Believing, impulsora de la travesía.

"Hasta que no mejore el tiempo Fiennes no podrá salir. El plan de evacuación está por el momento en suspenso porque una ventisca hace imposible su traslado", señaló la organización, que recoge fondos para prevenir la ceguera.

Los compañeros de Fiennes, que partieron junto a él de Londres el pasado 6 de diciembre, tienen intención de continuar con un reto que busca "forzar los límites de la resistencia humana", según describió el aventurero.

El trayecto a pie que el grupo tiene previsto recorrer comienza en la base rusa Novolazareskaya y concluye en el Mar de Ross, una bahía profunda en el océano Glacial Antártico. Hasta ahora, ninguna expedición ha logrado cruzar la Antártida durante el invierno tal como pretendía hacer Fiennes, la primera persona que alcanzó los dos polos por tierra y el británico de más edad que coronó el Everest, a los 65 años.