Así, el grupo ecologista ha calificado de "alarmante" la "avalancha de pruebas de este tipo que se vienen realizando y que se explica, en buena medida, por el lucrativo negocio que se esconde detrás de estos eventos".

Concretamente, la agrupación alude a las cuatro carreras que la Real Sociedad Española de Alpinismo Peñalara ha celebrado durante este fin de semana, que han congregado a más de 1.200 corredores. "Sólo con el precio de las inscripciones, este fin de semana la Real Sociedad Española de Alpinismo Peñalara ingresará alrededor de 100.000 euros. Los gastos son escasos porque las empresas patrocinadoras costean buena parte de los mismos y se cuenta con personal voluntario", aseveran desde el grupo ecologista.

Falta de regulación

"El problema es que concentrar a miles de personas en pocas horas en lugares de montaña muy sensibles puede provocar graves impactos (erosión, daños a la vegetación por el pisoteo, ruido, perturbación de la fauna), máxime cuando estas pruebas, por la climatología, se realizan en las épocas de reproducción y cría de las especies animales y de dispersión vegetativa de la flora", apuntan desde Ecologistas en Acción.

Inciden además en que lo que deberían ser "autorizaciones excepcionales" se han convertido en "eventos habituales", y que no existe regulación sobre el límite de participantes, las zonas a atravesar o cuestiones similares.