En su lengua natal, Tarahumaras o Rarámuris significa “pies negros”. Se trata de un pueblo nativo del norte de México, situado en la Sierra Tarahumara, en el Estado de Chihuahua, cuyos habitantes son mundialmente conocidos por ser los mejores corredores del mundo, no tanto por sus grandes logros competitivos, sino porque correr es una parte esencial de su identidad y su cultura, pues son el pueblo que corre.

La primera vez que se dieron a conocer fue en la Leadville 100 millas de 1993 en Estados Unidos, alzándose con la victoria un corredor Tarahumara en las Rocosas. Años después saltaron a la fama internacional gracias a Nacidos para correr, de Christopher McDougall, uno de los libros de temática running más vendidos del mundo, donde precisamente aparece uno de los dos participantes que vendrán a Castellón el próximo fin de semana, Silvino Cubesare Quimare.

Historial deportivo

Nacido el 20 de agosto de 1977, Silvino Cubesare es, tal y como nos explica el portal digital de Penyagolosa Trails, uno de los tres mejores corredores tarahumaras de la actualidad. Poco a poco se ha ido forjando un nutrido currículum internacional que incluye primeros lugares en los 100 km del Festival Internacional de Turismo y Aventura en Guachochi Chihuahua, los 80 km en Urique, los 70 km en Austria y el Ultramaratón de la Ruta en Costa Rica.

Por su parte, el veterano José Cruz Cleto Mancinas, de 52 años, saltó a la fama al conquistar en 2010 el Ultramarathon de la Laguna de 100 kilómetros. También tiene en su haber el de Torreón de 100 km, que ganó en 2010, o el de Guachochi de 100 km, que ha corrido en 16 ocasiones y ganado 4 veces en su categoría.

Secreto milenario

Los tarahumaras guardan un secreto milenario que les permite correr distancias enormes, a diario y con gran rapidez, sin cansarse ni lesionarse. Su concepción de la carrera es diferente a la nuestra: ellos corren porque les gusta y lo hacen libremente, por equipos a ratos, individualmente al final, la distancia que les parece y hasta que les apetece, que pueden ser cientos de kilómetros.

Por ello, no tienen planes de entrenamiento, no persiguen un buen estado de forma física, ni les importa el equipamiento. Rodeados de ciber-corredores provistos de la última tecnología tanto en tejidos como en calzado, los Tarahumaras suelen correr con huaraches, una especie de sandalia consistente en una suela de goma de neumático atada a los pies con tiras de cuero, además de utilizar ropas características y coloristas de su tribu.