Entre un 20% y un 40% de los deportistas que han sufrido un esguince de tobillo desarrollarán una inestabilidad crónica, según afirman Cristóbal Rodríguez Hernández y Juan Diego Ayala Mejías, miembros de la Sociedad Española de Traumatología del Deporte (Setrade) y editores del libro 'Patología del tobillo. Lesiones crónicas en el deporte'.

Tal y como explica José Santos, secretario general del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid, entre un 10% y un 30% de los pacientes que sufren esguince de tobillo tienen secuelas residuales que pueden derivar en un esguince recurrente, inflamación, dolor recurrente e inestabilidad mecánica.

El esguince de tobillo es una de las lesiones más comunes, ya que representa el 38% de los problemas que afectan al aparato locomotor y, en cuanto a los deportes, supone el 40-50% de las lesiones en baloncesto, el 16-23% en fútbol y el 20% en atletismo.

¿Quién no ha sufrido un esguince de tobillo? La mayoría lo padece alguna vez en la vida, sobre todo si se practica deporte con relativa asiduidad. Estas lesiones son las más frecuentes en todas las actividades deportivas, independientemente de la disciplina o de si se realiza de forma profesional o amateur.

El esguince de tobillo es un problema bastante frecuente entre quienes entrenan o compiten por senderos y terrenos de montaña. Se trata de una lesión que ocurre sobre todo en el lado externo, después de pisar mal un bordillo, resbalar a causa de una piedra suelta o de marchar por tierra mojada.

Un joven ha sido rescatado en la noche de este domingo tras sufrir una fractura en un tobillo cuando, al parecer, practicaba senderismo en el parque de El Torcal de Antequera (Málaga), según han informado a Europa Press fuentes del sistema Emergencias 112 Andalucía.

Alrededor de la mitad de las torceduras de tobillo pueden ser el origen de un "dolor crónico residual" por la lesión de los ligamentos, especialmente en deportes como el atletismo, la danza y la gimnasia rítmica, según señaló ayer martes el Hospital de Bellvitge (Barcelona) a través de un comunicado que recoge las conclusiones de las II Jornadas de Pie y Tobillo.