Las lesiones de cuádriceps normalmente ocurren durante actividades como esprintar, saltar o dar patadas, sobre todo cuando los músculos están rígidos o no se encuentran preparados para la exigencia a la que son sometidos.

Cuando los flexores de la pierna están rígidos, la pelvis y las caderas pierden su alineación natural, provocando el aplanamiento de la espalda y la pérdida de su curvatura natural. Una región lumbar más plana somete a un aumento de presión al nervio ciático, que desciende por la parte posterior de la pierna y puede ocasionar que los músculos se contracturen aún más.

El ligamento cruzado anterior de rodilla se rompe muy fácilmente pero es muy difícil de reparar, como demuestra que entre el 10 y el 20 por ciento de las roturas no se recuperan y generan inestabilidad en la rodilla, lo que puede provocar fallos repetidos de la articulación y otras lesiones.

Este ejercicio es uno de los estiramientos más sencillos para los músculos de la parte interna del muslo, que no suelen ser muy utilizados por la mayoría de la gente durante las actividades diarias normales, por lo que tienden a estar más débiles y, por tanto, pueden fatigarse rápidamente.

A la hora de estirar los flexores de la rodilla debemos tener especial cuidado con la región lumbar. Si los extensores de la parte inferior de la espalda están rígidos, limitarán la capacidad para realizar la mayoría de los estiramientos de los flexores de la rodilla. Por eso muchas personas sobrecargan la espalda.

Los extensores de la rodilla, que conforman el cuádriceps, se emplean para acciones habituales como ponerse de pie, sentarse, caminar, correr y saltar. Las distensiones y lesiones de los músculos y tendones del cuádriceps son comunes entre deportistas de 15 a 30 años de edad que practican actividades explosivas.

Uno de los estiramientos más sencillos, incluso para un principiante, es el del aductor de la cadera con flexión de rodilla para los músculos de la parte interna del muslo. Se trata de una zona poco utilizada en las actividades cotidianas habituales, por lo que suele ser un lugar más débil que otros músculos del muslo y la cadera, pudiéndose fatigar con mayor rapidez.

Un nuevo estudio demuestra que andar reduce el riesgo de limitación funcional asociado con la artrosis de rodilla. De hecho, esta investigación, financiada por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos y publicada en Arthritis Care & Research, sugiere que caminar 6.000 pasos o más al día puede proteger a las personas con o en riesgo de artrosis de rodilla de desarrollar problemas de movilidad o dificultad al levantarse de una silla y subir escaleras.

Recibir terapia hormonal durante seis meses después de una intervención de rodilla o cadera reduce hasta un 40% el riesgo de tener que volver a pasar por quirófano, según pone de manifiesto un estudio de la Universidad de Oxford en el que también ha participado el Idiap Jordi Gol y que publica la revista Annals of the Rheumatic Diseases.

El campeón olímpico en 800 metros y plusmarquista mundial, David Rudisha, se perderá lo que resta de temporada y no prevé volver a competir antes de marzo de 2014, tras no poder recuperarse de su lesión de rodilla, lo que le impedirá defender su título en el Campeonato del Mundo de Moscú, del 10 al 18 de agosto.