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martes, 23 de abril de 2024 00:19h.

La crioterapia y las técnicas de calor siguen teniendo vigencia absoluta en el tratamiento de lesiones

La crioterapia y las técnicas de calor siguen teniendo "su vigencia más absoluta" en el tratamiento de lesiones, tal y como ha asegurado a Europa Press el presidente de la Federación Española de Medicina del Deporte (Femede), el doctor Pedro Manonelles.

Foto: Wikimediacommons - Olaf Tausch

A su juicio, y a pesar "de los avances médicos y la evolución", estos procedimientos asistenciales "antiquísimos" tienen una "extraordinaria efectividad", por lo que no han sido sustituidos "por otros métodos". Además, y para destacar su valor, señala que "no todos los tratamientos que usa la medicina son caros y sofisticados".

En concreto, la crioterapia o tratamiento con frío "se utiliza fundamentalmente en el manejo del dolor y de la inflamación", algo que se hace tanto en medicina del deporte "como en otros campos", sostiene Manonelles. Su virtud es que produce una serie de mecanismos que disminuyen estas dolencias, ya que "tiene un efecto analgésico", indica.

Además, "tienen un efecto vasoconstrictor que decrece el sangrado", lo que es muy importante en algunas lesiones en los tejidos, como "las roturas de fibras musculares o los esguinces de tobillo o de cualquier otra localización", explica. También puede provocar "cierto efecto beneficioso" sobre las varices, "especialmente si se utiliza en forma de masaje", subraya.

En este sentido, manifiesta que las formas de aplicación de la crioterapia "son diversas", siendo el hielo "el patrón de medida". A su juicio, la manera ideal es de forma picada, ya que así "no tiene aristas y se acopla muy bien al área de tratamiento".

Sin embargo, al ser tan "accesible" esta terapia, puede ofrecerse de muchos otros modos, tales como la aplicación de agua fría en invierno si no se dispone de otra cosa o mediante bolsas de utilización inmediata que se acoplan a la zona lesionada y "se pueden transportar en una nevera o hacerse al momento gracias a sus componentes", asegura.

Otro sistema menos útil es el spray de frío, que produce "un enfriamiento superficial", algo que se muestra en contraposición a los métodos más sofisticados, como el de inmersión en recipientes de agua con cubitos, sostiene. Éste último, como el de las máquinas de crioterapia, requieren de la disponibilidad de unos recursos que "no están al alcance de todo el mundo", señala.

Las técnicas de calor se reservan para problemas crónicos

En cuanto a las técnicas de calor, Manonelles expone que "tienen una aplicación mucho menos útil", ya que "están contraindicadas" ante lesiones por impactos o por inflamación tras esfuerzos repetidos. A su juicio, su empleo se reserva "para problemas crónicos o sostenidos, como las lumbalgias".

Además, tienen su sentido en las situaciones en las que un atleta quiere hacer un calentamiento específico de alguna zona corporal antes de su práctica deportiva. Para ello, el calor se aplica a través de "pomadas, geles, sprays o compresas", indica.

No obstante, sus efectos son "relativos", ya que el calor del tratamiento tiene un efecto superficial y "no produce un verdadero calentamiento muscular". Por su parte, la sauna proporciona una vasodilatación cutánea que aumenta la sudoración y genera efectos relajantes y tonificantes, aunque "no es una estrategia de tratamiento de primer orden".

A pesar de que las personas que son usuarias de prácticas deportivas superan ya los 13 millones, Manonelles también se refiere al resto, apuntando que "también se usan los mismos métodos para lesiones similares". La crioterapia y las técnicas de aplicación de calor "son de gran utilidad", concluye.