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viernes, 29 de marzo de 2024 14:01h.

Grupos ecologistas critican la proliferación de competiciones de montaña en la Comunidad de Madrid

Varias entidades ecologistas se han dirigido a los responsables de la conservación del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares "para plantearles la necesidad de basar la regulación del uso público en el conocimiento científico, a fin de garantizar que la práctica de los deportes de montaña no vaya en detrimento de la conservación de la biodiversidad".

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Foto: Cedida

Asociaciones como Amigos de la Tierra, Mountain Wilderness, Red Montañas y Reforesta han criticado que se hayan autorizado en el Parque Nacional rallies nocturnos de coches, competiciones de carrera por montaña, maratones alpinos y pruebas de triatlón, según han indicado en un comunicado.

Recuerdan que el Título II de la recientemente aprobada Ley de Parques Nacionales establece que el objetivo de estos espacios no es otro que el de la conservación de sus valores naturales y culturales, supeditando a este logro el resto de actividades como son su uso y disfrute, la sensibilización, investigación, etc.

Las asociaciones ecologistas concluyen que la actual política de la Comunidad de Madrid "invierte el orden de prioridades y favorece prácticas y grados de masificación incompatibles con la conservación de la fauna, la vegetación, el suelo y el paisaje, y asimismo incompatibles con las expectativas y derechos de otros usuarios que acuden a los espacios naturales en busca de tranquilidad y silencio".

 

Entornos sensibles

Los espacios naturales de la Comunidad de Madrid, especialmente la Sierra, están sometidos a una presión poco habitual: según sus estadísticas oficiales, en 2013 había 7.455.672 personas censadas en esta región, de tan sólo 8.000 km2.

Los ecologistas creen que la próxima apertura de un albergue y de un restaurante en el corazón de La Pedriza "es un hecho preocupante y representativo del empeoramiento de la situación". En relación con la escalada, las ONG han constatado que especies como el águila real, el halcón peregrino y otras aves de los roquedos se ven perjudicadas por la presencia de escaladores y el tránsito a pie de vía en las zonas de nidificación.

Las asociaciones firmantes consideran "imprescindible" dejar ciertos riscos y zonas libres del impacto de escalada para permitir la reproducción y viabilidad de las especies protegidas, "sin menoscabo del disfrute de los deportistas que podrían utilizar, siempre de forma razonable y regulada, otras zonas del espacio protegido". Para conseguir este objetivo ofrecen su colaboración al codirector del Parque Nacional, Pablo Sanjuanbenito.

En opinión de las ONG, la ordenación del uso público del Parque Nacional y de su entorno debe realizarse a partir de estudios que determinen la capacidad de carga del medio natural, y mientras no se disponga de esos estudios, debe adoptarse el principio de precaución y limitarse al máximo la celebración de competiciones deportivas.