Buscar
viernes, 19 de abril de 2024 00:00h.

Cinco consejos para que el running no sea un riesgo para nuestra salud

Correr es un deporte básico que podemos desarrollar de una manera sencilla y natural, aunque no por ello deja de presentar ciertos riesgos si no tenemos en cuenta algunas precauciones. El portal web de la firma Kalenji nos explica cinco sencillos consejos para que la práctica del running pueda realizarse con todas las garantías de seguridad.

Foto: Kalenji

1. Pedir consejo al médico de cabecera.

No es necesario pasar por una multitud de pruebas médicas para practicar la carrera, aunque conviene visitar a nuestro doctor de cabecera si deseamos iniciar un ciclo de entrenamiento que concluya en una prueba cronometrada. Una buena revisión con electrocardiograma puede ser suficiente para redactar un certificado de aptitud para la práctica de la carrera a pie en competición.

 

2. Verificar la calidad del equipamiento.

El running debe practicarse con materiales de calidad. Por ello, es recomendable asesorarse muy bien antes de comprar cualquier producto, puesto que son varios los parámetros que deberemos tener en cuenta, especialmente las distancias recorridas durante el entrenamiento y en competición. Una visita al podólogo puede resultar útil para realizar un chequeo estático y dinámico para decidir si conviene llevar plantillas.

 

3. Privilegiar la escucha de uno mismo.

Resulta frecuente sentirse sumergido por la inmensidad del camino a recorrer cuando se empiezan los primeros entrenamientos. Correr 30 minutos o una hora se convierte en una hazaña inalcanzable. Lo más importante, más allá del tiempo de esfuerzo, sigue siendo el placer que se experimenta al estar en movimiento.

Si el cronómetro asusta, es preferible no hacerle caso y entrenar dejándonos guiar por las sensaciones. Alternar carrera lenta y marcha rápida permite prolongar las sesiones sin desanimarse o sin notar un cansancio excesivo. El único imperativo es no anular las salidas previstas (tres por semana constituyen una buena base) por cualquier motivo, puesto que la regularidad es una garantía de progresión.

 

4. Respetar una verdadera progresividad al aumentar el kilometraje.

Todos los estudios realizados a lo largo de las últimas décadas lo han demostrado de manera indiscutible: un aumento demasiado brusco del kilometraje semanal recorrido favorece la aparición de lesiones.

Hay que ir aclimatando el organismo a los apremios propios a la práctica del running, por lo que es preferible no aumentar el número de kilómetros más de un 10-15% por semana. De esta forma, limitaremos los riesgos de aparición de lesiones más o menos serias.

 

5. Fijarse objetivos ambiciosos pero razonables.

Cuando uno se inicia en el running o es corredor principiante, resulta utópico contemplar la posibilidad de participar rápidamente en un maratón o en un trail de larga distancia. Es preferible limitarse en un primer momento a tomar parte en pruebas que sean coherentes con su nivel. Participar en varias carreras de diez kilómetros cronometradas permite adquirir puntos de referencia antes de lanzarse al medio maratón.

Los aficionados a la carrera en la naturaleza también tendrán que acostumbrarse a esfuerzos cada vez más largos y consecuentes (con desnivel) antes de validar la inscripción a una prueba programada que implique dificultad. Los objetivos han de ser razonables, aunque sin perjudicar la ambición de correr más rápido y cada vez mayor distancia.