Buscar
sábado, 20 de abril de 2024 00:01h.

Las siete claves que debes conocer sobre la marcha nórdica

Todas aquellas personas que practican la marcha nórdica saben perfectamente que se trata de una disciplina que no sólo consiste en incorporar unos bastones al caminar, sino que además hay que desarrollar una técnica en el movimiento y planificar un entrenamiento que ofrece grandes beneficios para la salud.

nordic_walking
Foto: acteam.pl

Según explica Bern Goldschmidt, director de formación de la Federación Española de Nordic Walking y uno de los iniciadores de esta actividad en España, el germen de la marcha nórdica se encuentra entre quienes practicaban el esquí de fondo.

Goldschmidt, formado en Alemania como licenciado en Ciencias del Deporte y especializado en rehabilitación y salud y coordinador del Área de Deportes de Alfàs del Pi (Valencia), afirma que existen datos en la literatura deportiva que remontan el andar con bastones a los años 30 del pasado siglo. Lo practicaban entonces esquiadores de fondo en verano y diversos atletas como sesiones de marcha de esquí.

En 1997, un especialista en Ciencias del Deporte y una empresa dedicada a la fabricación de bastones de esquí en Finlandia acuñaron el término 'nordic walking' y, tras fundar la International Nordic Walking Association (INWA), comenzaron a promocionar esta actividad física.

Las siete claves que Goldschmidt aporta sobre esta modalidad de ejercicio físico son:

 

1. Orígenes en España

En 2005, en uno de sus viajes a Alemania, Goldschmidt descubrió cómo el nordic walking se había convertido en todo un fenómeno social en el ámbito de la actividad física, y este boom era patente en una multitud de cursos, tiendas y hasta anuncios en televisión. Así que decidió formarse como instructor y fundó junto a otro español afincado en Alemania la Asociación de Nordic Walking en España.

En ese tiempo, otro activista de la marcha nórdica en Cataluña también comenzó a importar esta práctica, que en la actualidad se ha extendido sobre todo en el País Vasco, Madrid y Cataluña, aunque no ha conseguido el éxito de países como Alemania, Suiza, Austria o Países Bajos.

 

La marcha nórdica está basada en el análisis del movimiento y en unos parámetros científicos biomecánicos.

2. La técnica de la marcha nórdica

La marcha nórdica está basada en el análisis del movimiento y en unos parámetros científicos biomecánicos. Bern Goldschmidt señala que es una técnica biomecánica correcta que respeta al cuerpo y a las posibilidades de cada persona. “Es un concepto de movimiento distinto que constituye en sí mismo una técnica deportiva que requiere de entrenamiento, planificación y una determinada coordinación física”, apunta el alemán.

La principales características de la técnica suponen:

1. Aprender a andar erguido de manera natural.

2. Mantener los brazos largos y caminar de forma amplia y lenta.

3. El bastón debe crear un ángulo de 60º con el cuerpo para que el impulso que se toma permita ir hacia adelante de forma efectiva.

4. Adecuar el paso a un ritmo correcto que permita que, al caminar, la distancia entre los brazos sea la misma que entre las piernas.

Las sesiones de entrenamiento duran entre una hora y una hora y media y se puede practicar en parques, bosques y arena de playa tanto de forma colectiva como individual.

 

3. Beneficios del nordic walking

Los estudios han mostrado que la práctica de esta actividad física implica a un 90% de los músculos del organismo, un incremento considerable con respecto a otras disciplinas como la caminata normal, que moviliza al 30% de la musculatura, o correr, donde interviene el 60% de los músculos.

Además, la marcha nórdica incrementa el trabajo cardiovascular en un 20% con respecto a caminar. "Se trabaja más el tren superior, hay más músculos implicados y el esfuerzo que se realiza no es brusco, sino más bien una carga positiva que estimula el sistema óseo, a diferencia de la natación, por ejemplo, donde la carga se pierde en el agua", señala Goldschmidt.

Los estudios han mostrado que la práctica de esta actividad física implica a un 90% de los músculos del organismo.

Para el especialista, los beneficios de la marcha nórdica son también mentales, ya que "ayuda a sentirte bien a través del movimiento, que puede ser lento pero efectivo y quizás más provechoso para determinadas personas que correr".

Además, Goldschmidt es partidario de integrar la marcha nórdica en una concepción holística de la salud, así como de la necesidad de realizar otras actividades que la fomenten, siendo una parte también clave seguir una alimentación saludable.

 

4. Coordinación: su punto fuerte

Goldschmidt señala que aquello que la marcha nórdica aporta con respecto a otras actividades físicas es el entrenamiento en la coordinación. Al practicar nordic walking hay que ir abriendo y cerrando las manos y recobrar el bastón, y hay que hacerlo alternando las manos derecha e izquierda.

"La coordinación es una de las cualidades físicas menos entrenadas, y ser conscientes y calibrar la distancia entre el ojo y la mano o el ojo y el brazo y entrenar el equilibrio mejora la movilidad y es muy saludable para los mayores", apunta.

 

5. Una técnica que requiere de aprendizaje

Puede ser fácil y natural, pero se necesitan pautas y recibir formación de profesores cualificados para que una vez se aprenda la técnica, ésta sea efectiva, aclara Goldschmidt. "Hay que saber utilizar los bastones, que no tienen por qué producir daños pero tampoco producen beneficios si no se usan de forma adecuada: se pueden dañar las cervicales, juntar los hombros o inclinar el tronco demasiado".

Puede ser fácil y natural, pero se necesitan pautas y recibir formación de profesores cualificados para que una vez se aprenda la técnica, ésta sea efectiva.

Goldschmidt apunta que es fácil distinguir entre quienes realizan marcha nórdica y los que sólo caminan con bastones: "Si está erguido, lleva los brazos largos y el ángulo adecuado con el bastón es una movilidad muy distinta de quien sólo utiliza los bastones como apoyo para conseguir equilibrio, en un ángulo de 90 grados y sin una intensidad adecuada".

Los cursos de iniciación a la técnica básica que imparte Goldschmidt consisten en cinco sesiones de una hora cada una y, tras pasar por ellos, el alumno es capaz de practicar la marcha nórdica en solitario de la forma correcta para sacar el máximo beneficio para la salud. Además, se puede practicar como cualquier otro tipo de entrenamiento en un club o gimnasio dos veces por semana.

 

6. ¿Quién puede practicar nordic walking?

La marcha nórdica está indicada en prácticamente cualquier persona, desde niños hasta atletas o individuos que padecen algún tipo de trastorno; de hecho, Goldschmidt señala que hasta su centro han llegado pacientes de Parkinson, esclerosis múltiple, cáncer, enfermedades cardíacas y osteoporosis.

La marcha nórdica está indicada en prácticamente cualquier persona, desde niños hasta atletas o individuos que padecen algún tipo de trastorno.

El perfil más común es el de una persona de más de 50 años, pues el 50% de quienes lo practican superan esta edad, y el especialista apunta que son más mujeres que hombres los que se interesan por esta actividad, así como muchos ex-deportistas.

En cuanto a los trastornos de salud más comunes entre quienes optan por la marcha nórdica, se encuentran los relacionados con la espalda, el corazón y el metabolismo (obesidad y diabetes).

 

7. Equipamiento

La esencia del nordic walking es el uso de los bastones al caminar, y su precio puede oscilar entre los 40 euros para quienes empiezan y los 120 euros para aquéllos que practican la marcha nórdica con asiduidad y requieren mayores prestaciones.

Goldschmidt apunta que los zapatos no deben ser botas de montaña que no permitan trabajar al pie ni tampoco un calzado demasiado liviano que no lo proteja ni le aporte estabilidad.