Una de las propuestas más atractivas para descubrir el territorio de Les Corbières es la que denominan Sendero Cátaro. Parte esta ruta de la localidad de Embres et Castelmaure pero, antes de comenzar, su capilla románica de Saint Félix merece una visita.

Tras esta primera etapa del camino, la primera parada de la ruta es Tuchan, que nos recibe con la silueta del castillo de Aguilar, que llegó a ser fortaleza real a lo largo de la Edad Media.

Vino y viñedo, protagonistas

Tuchan merece un alto en el camino, que nos habrá ido rodeando de monte bajo y viñedos. Allí descubriremos la tradición vinícola de la zona en el viñedo Cru Fitou, una de las denominaciones más antiguas de la región, en la Cave du Mont Tauch, un moderno centro enoturístico interactivo.

Desde Tuchan a Cucugnan, siguiente parada de la ruta, el camino discurre entre monte bajo mediterráneo, que ha adquirido en esta zona características propias después de irse adaptando a las difíciles condiciones climatológicas propias de la región.

En Cucugnan nos contarán la leyenda del cura de Alphonse Daudet y la del castillo de Queribus y los religiosos cátaros durante la cruzada contra los Albigeois.

Unos precios increíbles

El último día de esta ruta transcurre en Diulhac-sous-Payrepertuse, una localidad dominada por un castillo que tiene el privilegio de ser, ni más ni menos que la mayor fortaleza y el más hermoso conjunto arquitectónico militar medieval del Languedoc.

Organizar esta ruta de senderismo, de unos 40 kilómetros, como otras similares por la zona, no es complicado pero existe la opción de comprar el paquete, que incluye alojamientos, visitas, degustaciones y catas... Y a unos precios que resultan increíbles.

Durante el periodo estival la gastronomía adquiere un matiz especial en Les Corbières con el plato de la zona (l’assiette de Pays). Es una fórmula que combina al menos tres platos de especialidades de la comarca elaborados por productores locales que a menudo están, incluso, avalados por sellos de calidad regionales como “Pays Cathare” o “sud de France”. Para regarlo, un vaso de vino de las denominaciones Corbières, Minervois o Fitou.