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jueves, 28 de marzo de 2024 00:02h.

Ruta del Valle del Alcornocal, en el Parque Nacional de Cabañeros

Esta ruta transcurre por un agradable valle del Parque Nacional de Cabañeros con rebollares y alcornocales, y en el camino, además de disfrutar de vistas panorámicas de los montes, nos encontramos una charca en cuyas orillas es fácil ver distintos anfibios. Su recorrido es circular, con una longitud de 10 kilómetros y un desnivel total de apenas 150 metros.

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Foto: Parque Nacional de Cabañeros

En la ruta del Valle del Alcornocal disfrutaremos de una vegetación muy representativa del monte mediterráneo. Una vez situados en Gargantilla, el recorrido comienza siguiendo la pista central que discurre a través de un alcornocal en buen estado de conservación, y por el camino se va observando una magnífica panorámica de los Montes de Toledo, especies como quejigos, madroños y majuelos, y rapaces como el águila culebrera y el águila calzada.

El camino nos conduce hasta una charca artificial en cuyas orillas podremos contemplar alguna rana común, sapillo pintojo y galápago leproso, y dependiendo de la época del año observaremos la garza real, la cigüeña negra y otras aves acuáticas. También se pueden ver los rastros y huellas que dejan animales como el jabalí o el ciervo, que se acercan hasta sus orillas para beber.

 

Desniveles suaves

A lo largo del itinerario iremos encontrando desniveles con pendientes suaves, hasta llegar a la última etapa, que transcurre por un robledal de fondo de valle, donde especies como los rebollos, arces y espinos nos acompañarán durante parte de nuestro recorrido, y donde numerosas aves como el pinzón, el agateador común, carboneros y herrerillos serán fáciles de observar.

Según nos adentramos en el robledal encontramos otra de las charcas artificiales que se hicieron en su día para abastecer a los animales en épocas del año más secas y que con el paso del tiempo se ha naturalizado, cubriéndose de diversas especies de plantas acuáticas como los ranúnculos, que tapizan el agua y que sirven a numerosas larvas de anfibios como el gallipato, salamandra común, tritón ibérico y la culebra viperina de refugio para esconderse y camuflarse.

A medida que vamos llegando al final, dejamos atrás el valle y por el camino que va ascendiendo podemos ir observando el contraste de zonas de matorral y alcornocal denso.