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miércoles, 24 de abril de 2024 00:04h.

Qhapaq Ñan o gran camino inca: una ruta de 23.000 km declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad

El Qhapaq Ñan es el camino principal andino, la columna vertebral del poder político y económico del Imperio Inca. Recientemente se ha convertido en el único monumento compartido por seis países -Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú- y en Patrimonio Mundial de la Humanidad.

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Foto: Efe

El Qhapaq Ñan es uno de los vestigios más desconocidos del Imperio Inca. Fue construido hace 600 años con la voluntad de integrar el extenso territorio poblado por las decenas de civilizaciones precolombinas que los incas conquistaron y facilitar las comunicaciones, los transportes y el comercio, así como con fines defensivos.

Se extiende por una de las zonas geográficas más variadas del mundo, pues va desde las cumbres nevadas de los Andes, que se alzan a más de 6.000 metros de altitud, hasta la costa del Pacífico, pasando por bosques tropicales húmedos, valles fértiles y desiertos de aridez absoluta.

“Esta ruta es la demostración de un valor universal a gran escala, una obra de ingeniería sólo comparable con la Gran Muralla China o los caminos romanos de Europa”, declara el director general de Patrimonio de Bolivia, Marcos Michel.

 

El poder del Tuhuantinsuyu

Desde el Cusco, la capital del Imperio Inca, salían las principales vías en dirección a los cuatro grandes suyus o reinos que justificaban el nombre de Tahuantinsuyu como el imperio de las cuatro regiones: Chichasuyu, Antisuyu, Cuntisuyu y Collasuyu.

El camino inca fue trazado por las alturas de la cordillera y adaptado a las dificultades de la topografía más extrema del mundo. En ese sentido, es destacable el aporte del conocimiento geográfico del Qhapaq Ñan, que demuestra el poder político y militar de este imperio, cuya planificación estatal se basó en el aprovechamiento de los recursos.

El camino inca fue trazado por las alturas de la cordillera y adaptado a las dificultades de la topografía más extrema del mundo.

“El Qhapaq Ñan permitió hermanar a centenares de comunidades y hacer intercambio de productos, y logró el mayor proyecto político en Latinoamérica: el Imperio Inca”, afirma el presidente de Perú, Ollanta Humala.

La espectacular expansión del Tahuantinsuyu jamás hubiera sido posible sin un eficiente sistema de comunicación que se extendiera a medida que crecía su territorio y poderío, que alcanzó su máximo apogeo en el siglo XV.

 

Desde Cuzco a Machu Picchu

Hoy el esplendor del camino inca se puede observar sólo en algunos tramos que han superado con excelencia el paso del tiempo, aunque en muchas zonas de los Andes, donde aún no han llegado las vías estatales, sigue utilizándose el Qhapaq Ñan.

Entre otras ciudades, la ruta pasa por Lima, La Paz, Cochabamba, Santiago o Salta. El tramo más famoso, conocido como “el camino del Inca”, es el que los turistas recorren desde Cuzco hasta Machu Picchu, que atrae a cientos de miles de viajeros anualmente. Son 43 kilómetros de impresionantes montañas cubiertas por un abrigo eterno de niebla, escalones de piedra milenarios y vistas majestuosas.

El tramo más famoso, conocido como “el camino del Inca”, va desde Cuzco hasta Machu Picchu.

La exuberancia de la naturaleza, que dificulta la supervivencia del paseante, explota en un mosaico de colores verdes en el que también cobran fuerza los ríos, que descienden cristalinos y espumosos arrancándole sedimentos a las montañas. Un mundo de cascadas y bosques donde las plantas y animales alcanzan los máximos niveles de diversidad del mundo.

 

Un museo al aire libre

Perú es el país que concentra la mayor parte del trazado del Qhapaq Ñan: 11.000 kilómetros de los 23.000 que recorre la totalidad de su trayecto. El camino atraviesa parques nacionales, reservas naturales y áreas silvestres protegidas. Sólo en Perú los caminos surcan 56 espacios protegidos.

Además, es un verdadero museo al aire libre al acoger en sus alrededores sitios arqueológicos de gran valor, reflejo de la vida y cultura de las antiguas civilizaciones que poblaron el país.

La cantidad de los objetos encontrados permite acercarse a las costumbres del antiguo imperio y de quienes construyeron, a lo largo del Qhapaq Ñan, lugares de alojamiento o “tambos”, centros administrativos y almacenes de productos denominados “colcas”.

 

Patrimonio Mundial de la Humanidad

Tras diez años de trabajo por parte de los seis países que presentaron la candidatura ante la Unesco, el sistema vial andino fue incluido en la lista del Patrimonio Mundial el pasado mes de junio.

Se trata de la nominación más extendida de la historia, con 5.200 kilómetros que se recorren desde Quito hasta Tucumán y comprende 232 comunidades de Colombia, Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador y Perú. La Unesco destacó la importante función social y política de esta red viaria, “que sirvió como medio de integración tanto política como administrativa, socioeconómica y cultural” del imperio incaico.

“Es una nueva oportunidad de la convención del patrimonio mundial para superar la idea de monumento, paisaje y territorio y convertir el patrimonio en algo territorial”, declaró la coordinadora de este proyecto, Nuria Sanz. Además, pidió que sea un método de cooperación internacional y un instrumento de integración regional entre los países involucrados.