Son sólo cinco de los muchos recorridos que pueden realizarse en cualquier punto geográfico del país, ya que a buen seguro cada uno de nosotros tendrá su particular rincón ideal para disfrutar de la práctica de esta modalidad de carrera en plena naturaleza:

 

El Yelmo (Madrid)

 

 

A sólo unos kilómetros de la capital y visible desde la misma, el peñasco de El Yelmo es un punto perfecto en torno al cual organizar una ruta. Lo más habitual es emprender el camino en Canto Cochino, parar en el Tolmo y seguir hasta la cima.

Como ventajas, destacan su cercanía a la ciudad y la vista final. Se trata de una ruta de 10 km (4-5 horas) entre ida y vuelta y su dificultad es fácil-media. Además, es adecuada para cualquier época del año y en el camino pueden contemplarse muflones y cabras montesas, así como rocas populares de La Pedriza, como el ya citado Tolmo, el Pájaro o la formación de Los Fantasmas.

Sin embargo, su cercanía con Madrid puede suponer a la vez una desventaja, puesto que en determinadas épocas del año, o en fines de semana, es probable que se concentre más gente de la deseada. Del mismo modo, el tramo final cuenta con un relieve escarpado que podría resultar más dificultoso para algunos.

 

La Ciudad Encantada (Cuenca)

 

 

Declarada Sitio de Interés Nacional en 1929 y ubicada alrededor de un pinar de la Serranía conquense, La Ciudad Encantada es una de las zonas naturales más peculiares de España. Su encanto reside en la característica fisonomía de sus formaciones rocosas, causada por la erosión del agua y del viento durante años.

Situada a 35 kilómetros de Cuenca, se trata de un recorrido de tan sólo 3 km, fácil y propicio para ir descubriendo las diferentes formas del paisaje poco a poco. Las señalizaciones abundan en todo el recorrido, y a lo largo del camino pueden observarse diferentes rocas con formas, bautizadas por la cultura popular con nombres como 'Cara del hombre', 'La tortuga', 'Los osos' o 'El mar de piedra', entre otros.

Aunque puede resultar un paraje accesible para practicar trail y disfrutar de la naturaleza si se vive por Cuenca, la misma peculiaridad que hace popular a la zona provoca que ésta sea frecuentada por turistas y familias. Por tanto, si lo que se busca es silencio, poca gente y un espacio más orientado a correr o ir en bicicleta que a pasear con tranquilidad, puede que La Ciudad Encantada no sea el lugar más adecuado.

 

Parque Nacional de Monfragüe (Cáceres)

 

 

Situado en Cáceres y con el Tajo como protagonista, este Parque Natural se caracteriza por su gran extensión y por contar con densos bosques mediterráneos de encinas y alcornoques, siendo un espacio repleto de puro oxígeno.

Esta zona ofrece grandes posibilidades tanto para amateurs como para profesionales, ya que cuenta con diversos recorridos, cada uno con diferentes características y distintos niveles de dificultad. Sin embargo, la ruta más popular es la que parte de Villarreal de San Carlos hasta el Castillo de Monfragüe, con una distancia de 13 km ida y vuelta, 3 horas de duración y una dificultad media. Un trazado que destaca por estar envuelto de vegetación, de zonas alternas de umbría y de solana, y con una gran variedad paisajística que va cambiando a lo largo del camino, ya que pueden encontrarse ríos, rocas y zonas históricas, además de distintos animales en libertad.

Como punto negativo cabe destacar la abundancia de gente en verano, aunque se trata de una ruta adecuada para cualquier época del año.

 

Parque Nacional de Aigüestortes (Lleida)

 

 

Situado en el noroeste de Cataluña, el Parque Nacional de Aigüestortes es uno de los enclaves más transitados por los amantes del trail. La ruta más popular parte de la Presa de Cavallers, pasando por la Cascada de Riumalo, y acaba en el Llac Negre. Se trata de un recorrido de 2 horas y media y cuenta con un desnivel de 480 metros.

A grandes rasgos, el Parque Nacional de Aigüestortes supone una zona fácil de recorrer y ofrece grandes variaciones en el paisaje: rocas de granito erosionadas, diferentes lagos como el Travessani o el Monges, etc.

El principal inconveniente que plantea es que no permite el acceso en coche privado. Las únicas opciones son contratar un servicio de 4x4 o acceder a pie, aunque esto no será un problema para la mayoría de los que estén acostumbrados a la práctica del trail.

 

Picos de Europa (Asturias, Cantabria y León)

 

 

El Parque Nacional de los Picos de Europa destaca por la extensión de su formación caliza. Lo más habitual es recorrer el Macizo Central de los Picos, atravesándolo por el centro y bordeando cumbres como la Peña Vieja, la Torre de los Horcados Rojos, etc.

Es ideal para montañeros con un mínimo de experiencia que buscan una travesía algo más compleja de lo habitual, ya que su duración es de 7 horas y cuenta con zonas de dificultad media-alta. A lo largo del camino se pueden contemplar vistas espectaculares.

Sin embargo, y por estos mismos motivos, se trata de un recorrido no recomendado para principiantes. Si no se tiene una gran preparación y se quiere realizar la travesía, es aconsejable ir acompañado de un experto. Por otro lado, al tratarse de uno de los Parques Nacionales más visitados de la Península Ibérica, hay que tener en cuenta que puede concentrar mucha gente, en especial en verano. Sin embargo, los visitantes no suelen hacer el recorrido del Macizo Central.