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jueves, 28 de marzo de 2024 00:01h.

Andreu Ballbé, director de Championchip: “El chip se ha convertido en el DNI del corredor”

El auge que ha experimentado la afición al running en los últimos años ha producido una evolución en los métodos de control y cronometraje de todo tipo de carreras. Uno de ellos, el chip de Championchip, se ha convertido en poco menos que un estándar. Hablamos con Andreu Ballbé, el responsable de esta empresa.

Foto de Josep Losada. El Punt Avui

¿Cómo explicamos a quien no la conozca cuál es la actividad de Championchip?

En pocas palabras, Championchip se dedica a aplicar las tecnologías informáticas al control masivo de tiempo en competiciones deportivas no motorizadas. Lo que hacemos es emplear un dispositivo concreto -el chip- para registrar el tiempo real de todos los participantes en una carrera. En definitiva, somos notarios y damos fe de lo que hace un corredor en cada competición.

¿Cómo surgió la iniciativa?

Aunque yo ya había empezado a hacer algunos trabajos similares en la Maratón de Barcelona de 1995, la empresa se creó en el año 2000. Fue entonces cuando conocí a la compañía holandesa que había desarrollado la tecnología y me decidí a traerla a Cataluña. Y, la verdad, al principio la gente era bastante escéptica.

¿Por qué?

Porque no veían su aplicación. Durante un tiempo se intentó medir los tiempos mediante códigos de barras, pero siempre pensé que era un error y un sistema muy poco práctico. Yo soy informático de formación y atleta de vocación, de manera que uní ambos aspectos y pusimos en marcha el sistema de chip.

Y hoy es el sistema más usado.

Así es. Se ha demostrado que es una forma de medir el tiempo muy eficaz y que apenas tiene límites. Sirve lo mismo para una carrera popular de 1.000 personas que para una prueba de 40.000 participantes.

¿Qué es el chip?

Nuestro chip amarillo es un dispositivo pasivo (no necesita pilas ni mantenimiento) que los corredores se colocan en los cordones de las zapatillas para que, a través de una serie de alfombras, nosotros recojamos la información acerca de sus tiempos reales y de los parciales que la organización de cada prueba considere oportunos. Ese era el fin inicial, pero en realidad el chip permite hacer muchas más cosas.

¿A qué se refiere?

El chip es, por decirlo de algún modo, el DNI del corredor. Hemos logrado implantar los chips personales, que se compran una sola vez y duran para toda la vida del atleta. Con él, el deportista puede participar en ligas (la liga Corrent fem Barça del FC Barcelona es un buen ejemplo de ello) o hacer un seguimiento de sus actividades, pero también permite a la organización asignar las salidas de cada carrera porque se conocen las marcas de quienes la corren, y eso es algo fundamental en carreras de gran afluencia de runners.

¿Por ejemplo?

Hace unas semanas, sin ir más lejos, se disputó la Behobia-San Sebastián, una carrera de 20 kilómetros de gran prestigio. Gracias al chip Championchip de los participantes, la organización pudo programar siete salidas diferentes, asegurándose así de que quienes tenían mejores tiempos salieran antes y escalonando la competición con un flujo continuado. Sin un elemento como el chip, las salidas serían un caos.

¿Existen otros chips similares en el mercado?

Sí, los hay. Sin embargo, el único que permite al corredor comprarlo y aprovecharlo en todas sus carreras es el nuestro. Algunas empresas prefieren recuperarlo tras la prueba y  otras emplean chips desechables y de un solo uso, lo que para mí es un error no tanto de estrategia -aunque no sea la nuestra- como de poco respeto por el medio ambiente.

Deporte y sostenibilidad...

No lo concibo de otra manera. Imagine una carrera en la que participan 2.500 corredores con un chip desechable. Al finalizar la prueba, la organización los recoge y tira a la basura 2.500 circuitos impresos que no tendrían por qué acabar en la basura. Siempre que la organización de una carrera nos propone ese tipo de sistema nos negamos; preferimos que el atleta tenga su propio chip o suministrar los de alquiler, pero jamás de un solo uso.

¿Cuáles son los retos de futuro de Championchip?

La penetración de la tecnología en el running es algo imparable, y eso es lo que nos va a marcar la pauta a seguir en el futuro. Continuaremos utilizando el chip, pero también potenciando aspectos como las redes sociales, tanto convencionales como deportivas. Quien empieza a correr y decide comprar su chip, se engancha al deporte y acaba por incorporar a su equipamiento dispositivos como los relojes GPS, que recogen la información de sus actividades, permiten compartirlas en internet e incluso que sus familiares y amigos puedan seguirlas en vivo desde su casa. El tiempo en que correr era ponerse unas zapatillas y salir a la calle quedó atrás; hoy en día el running tiene unas grandes connotaciones sociales, muy en línea con la comunicación del siglo XXI, y donde la tecnología se está convirtiendo en algo fundamental. Ese camino es el que vamos a potenciar de la mano de mis hijos, que conocen bien ese mundo.