Recomendaciones para volver a correr tras una lesión
Es uno de los contratiempos más temidos por los corredores, sobre todo porque tarde o temprano nos acaba afectando en mayor o menor medida. El eco de cualquier lesión no sólo nos paraliza durante la fase de recuperación, sino que a la vuelta a los entrenamientos deberemos ser muy cautelosos para evitar recaídas que pueden derivar en patologías crónicas.
En su último libro, Entrenamiento mental para corredores, publicado por Ediciones Tutor, Jeff Galloway nos ofrece algunas recomendaciones esenciales para que la vuelta a la actividad se realice de manera saludable para nuestro organismo:
- Asegúrate de que la zona afectada se haya recuperado lo suficiente como para comenzar a caminar.
- No empieces ningún tipo de práctica hasta obtener la autorización expresa de tu médico responsable.
- Camina durante 10 minutos, siempre con una zancada relativamente corta, con los pies a ras del suelo.
- Cada dos días, aumenta la caminata durante 3-5 minutos hasta que llegues a completar 30 minutos. Entonces, añade una carrera de 10 segundos por cada minuto que estés caminando.
- Tras haber insertado los segmentos de carrera, tómate un día libre de hacerlo.
- El objetivo a estas alturas es terminar cada carrera/caminata sintiendo que podrías continuar otros 10 minutos o más sin dolor en tus puntos débiles.
- Cuando te sientas cómodo con 10 segundos corriendo/50 segundos caminando durante 30 minutos, incrementa el tiempo en 5 minutos una vez a la semana (normalmente el fin de semana) cada dos semanas hasta que llegues a una hora.
- En el fin de semana más corto, haz el ejercicio durante 30-40 minutos y compleméntalo con dos carreras a la semana (normalmente martes y jueves), aumentando la cantidad de carrera.
- Cuando 10/50 sea demasiado fácil en las carreras cortas, aumenta a 15/45.
- Tras 3/6 de estos ejercicios, cambia a 20/40.
- Puedes seguir con alguna de estas estrategias o continuar aumentando gradualmente hasta 30/30, luego 1-1 y finalmente 2-1.
- Recuerda que tus músculos, corazón, sistema circulatorio y conexiones mente-cuerpo pueden funcionar en equipo si progresas gradualmente y evitas las complicaciones. Si tienes algún dolor, molestia o cansancio intenso, retrocede a una proporción más cómoda y trata la zona si hay un posible daño. Consulta a tu médico sobre cualquier síntoma que creas que guarde relación con tu lesión.
- No permitas que el cerebro te envíe mensajes negativos del tipo “antes estabas en una forma increíble”, “esto es cosa de niños, puedes esforzarte más” o “nunca volverás a tu anterior estado de forma”. Si sucede, transfórmalos en pensamientos como “estoy recuperando la forma”, “me siento bien conmigo mismo”, “he superado una lesión y ahora soy un corredor más inteligente” o “la velocidad no es importante: lo que me mantiene en marcha es lo que me divierto corriendo”.
- Únete a un grupo que tenga un nivel similar al tuyo.
- Cuando de verdad estés listo, apúntate a una carrera que sea poco exigente, por ejemplo de 5-10 km.
- Cree en ti mismo.