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viernes, 29 de marzo de 2024 00:02h.

Los peligros del frío sobre la piel

Sequedad, enrojecimiento, falta de brillo, irritación o agrietamiento son algunos de los efectos que produce el frío en nuestra piel. Hidratar la dermis, especialmente la que recubre los párpados, la nariz, el escote y las orejas, es fundamental para sobrevivir a los estragos del invierno.

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Foto: Asics

La acción del viento y la sequedad ambiental propician la aparición de picores o antiestéticas rojeces, que ahora pueden ser historia con algunos complejos o productos con extracto de avena, un componente natural que reactiva la capa cutánea, explica el dermatólogo Agustín Buendía, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

La deshidratación es un mal que no sólo afecta a la piel en verano a causa del sol y el calor. También el frío invierno provoca sequedad, por lo que se recomienda utilizar una crema hidratante según el tipo de dermis (grasa, seca o mixta), así como una crema calmante, emoliente y regeneradora que aporte a la piel todas las vitaminas que necesita.

Aunque el sol, un acelerador natural del envejecimiento cutáneo, es menos dañino en esta época del daño, aún resulta pernicioso sobre la piel si no se emplea crema con factor solar. “Debemos usar protección solar incluso en invierno”, recalca el doctor Moisés Martín Anaya, sobre todo si se trata de pieles especialmente claras e indefensas contra los rayos UVA.

 

En la montaña o en la nieve

Las excursiones a la montaña o a las pistas de esquí son habituales en invierno, pero un momento de ocio puede convertirse en una auténtica pesadilla si no se toman algunas precauciones.

La exposición a las radiaciones de rayos UVA y UVB aumenta con la altitud, e igual de peligroso es el efecto reflejo que produce el sol sobre la nieve y el rostro, así que hay que extremar precauciones para evitar sabañones o lesiones inflamatorias “causadas por la exposición continuada al frío bajo el punto de congelación”, explica el dermatólogo Agustín Buendía.

Protector labial y una crema con un factor de protección elevado son las medidas preventivas que aconsejan los expertos, así como la utilización “de ropa aislante y holgada”, guantes, gafas y orejeras que cubran las partes más sensibles del cuerpo o las más expuestas.

 

La limpieza, dos veces al día

En el cuidado diario, los consejos no difieren de una época del año a otra: limpiar la piel al menos dos veces al día (por la mañana y por la noche) con agua tibia, utilizar exfoliantes con moderación para eliminar las células muertas, emplear desmaquillantes con poco alcohol, hidratar y prestar cuidado al contorno de los ojos en la higiene del rostro.