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viernes, 29 de marzo de 2024 00:02h.

Los higos, la más dulce energía natural

Los higos son ricos en hidratos de carbono, vitaminas y minerales. En gastronomía tienen multitud de usos ya que, además de tomarlos frescos, se pueden preparar con ellos mermeladas, salsas y aperitivos. Conoce sus propiedades nutricionales, similares a las que tienen las brevas.

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Foto: Efe

Entre el final del verano y el principio del otoño tiene lugar la temporada de los higos. Nacen de la higuera, un árbol de hoja caduca que pertenece a la familia de las moráceas, aunque no son exactamente frutos sino infrutescencias, es decir, conjuntos de frutos.

De hecho, tanto las flores como los frutos de la higuera se encuentran dentro de un receptáculo carnoso de forma redondeada que se denomina sicono. Las brevas constituyen la primera cosecha de la higuera que, en el hemisferio norte, tiene lugar entre los meses de junio y julio. Por su parte, los higos, segunda cosecha de este árbol, alcanzan su punto óptimo a finales de agosto y durante el mes de septiembre. En cambio, en el hemisferio sur, las brevas se recogen en diciembre y los higos en el mes de marzo.

No obstante, entre las diversas variedades de higueras, sólo algunas producen una cosecha de higos y otra de brevas. Otras higueras, sin embargo, únicamente dan higos.

 

Propiedades nutricionales

Los higos y las brevas tienen propiedades nutricionales muy similares, señala Julia Álvarez, coordinadora del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).

La especialista explica que los higos están compuestos de agua en una proporción que oscila entre el 70 y el 80% aproximadamente, y tienen entre un 12 y un 19% de hidratos de carbono, concretamente sacarosa, fructosa y glucosa.

Son ricos en vitaminas y minerales, como la vitamina C, los beta carotenos, el potasio, el magnesio, el calcio y el fósforo, algunos de los cuales tienen ciertos efectos antioxidantes. Tampoco debemos olvidar su aporte de fibra”, subraya Álvarez. También afirma que los higos tienen efectos laxantes y comenta que les son atribuidos efectos expectorantes y diuréticos.

 

Fresco y seco

Este alimento, además de consumirse fresco, puede tomarse seco. En tal caso, sus características nutricionales se ven modificadas considerablemente. “Si el fruto fresco está compuesto por un 80% de agua y un 12% de azúcar, una vez seco estas proporciones varían a menos de un 20% y más de un 48%, respectivamente”, precisa la doctora Álvarez.

La endocrinóloga expresa que los higos secos aumentan más de tres veces su contenido calórico si lo comparamos con los frescos. En este sentido, señala que 100 gramos de higo seco contienen unas 272 kilocalorías.

Además de los cambios en el contenido de agua y azúcares, las características nutricionales de los higos se incrementan cuando están secos. “Se potencia el efecto del potasio (850 mg por cada 100 gramos de higo seco) y se eleva el contenido en fibra”, matiza. Asimismo, la especialista destaca que los higos secos aportan magnesio, calcio, fósforo, yodo, zinc y sodio, además de vitaminas A, C, D, E y del grupo B en cantidades variables.

 

Turrón de pobre

Los higos secos son el ingrediente principal del tradicional turrón de pobre, un postre que se elabora rellenando los higos con distintos frutos secos como bellotas, almendras, avellanas o nueces.

Como el higo seco es un alimento muy energético, la doctora Álvarez explica que puede incluirse en multitud de platos para enriquecer calóricamente la dieta con poco volumen de alimento cuando sea necesario. De esta manera, considera muy útil su incorporación en los menús de personas mayores desnutridas y de pacientes oncológicos, entre otros.

Frescos, los higos suelen tomarse como postre o para picar, aunque también dan mucho juego en la cocina. Mermeladas; tarta de higos; ensalada con mezcla de lechugas, higos y jamón; salsa de higos con cebolla caramelizada o canapés de higos con queso son sólo algunas sugerencias para disfrutar de este producto de temporada.

No obstante, la doctora Álvarez advierte de que el consumo de higos “debe ser limitado en pacientes con hiperpotasemia, insuficiencia renal, diabetes y obesidad. En estos últimos casos, debido a su elevada carga calórica”, aclara.