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martes, 23 de abril de 2024 00:19h.

¿Qué hacemos con los pies tras una carrera o entrenamiento? La importancia del calzado de recuperación

Una de las acciones que más apetece hacer después de participar en una carrera o entrenamiento prolongado es quitarnos las zapatillas y los calcetines con los que hemos corrido para dar a nuestros pies la oportunidad de respirar. A partir de aquí, ¿qué resulta más conveniente: caminar descalzo, ponernos unas chanclas o utilizar un calzado de recuperación?

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Foto: agendarunning.es

Los pies, quizás más que cualquier otra parte del cuerpo, soportan mucha presión durante una carrera. Aunque corramos con zapatillas de estabilidad, con zapatillas planas de competición minimalista o incluso descalzos, los pequeños músculos de los pies y todo el tejido blando circundante reciben una auténtica paliza cada vez que entramos en contacto con el suelo, soportando hasta ocho veces el peso corporal en cada zancada.

Por tanto, lo que decidamos ponernos después de quitarnos las zapatillas al finalizar el entrenamiento o competición puede tener un efecto notable en la calidad de la recuperación de los pies y las pantorrillas, tal y como nos explica Mario Fraioli en su libro Guía oficial Rock'n'Roll de entrenamiento para maratón y medio maratón.

 

Importante también para el resto del cuerpo

En la hora posterior a una carrera, los pies se encuentran en un estado vulnerable. Acaban de pasar una cantidad considerable de tiempo trabajando y, como el resto del cuerpo, están cansados e hinchados y les viene muy bien algo de soporte mientras se recuperan de su esfuerzo más reciente.

En la hora posterior a una carrera, los pies se encuentran en un estado vulnerable.

A diferencia de las habituales chanclas, sandalias o zapatillas de estar por casa, el calzado especialmente diseñado para la recuperación se caracteriza por ser un tipo de zapato cerrado que permite un buen apoyo del arco del pie y el talón, permitiendo que los pies fatigados se recuperen mientras realizamos nuestras tareas cotidianas.

Pero el calzado de recuperación no sólo ayuda a los pies, sino que puede tener un efecto positivo también en el resto del cuerpo. No hay que olvidar que los pies son los cimientos que sostienen todo lo que se encuentra encima de ellos. Así, si están fatigados o debilitados, no van a hacer un buen trabajo de soporte del resto del cuerpo. Esto explica el hecho de que el calzado de recuperación posibilite un buen apoyo que puede mejorar la alineación y reducir la sobrecarga sobre las espinillas, las rodillas y las caderas.

A modo de conclusión, si queremos que nuestros pies fatigados se sientan renovados de cara a la próxima carrera, es importante que prestemos mucha atención a lo que hacemos con ellos después de quitarnos las zapatillas de running.