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viernes, 29 de marzo de 2024 00:02h.

Un estudio demuestra empíricamente los beneficios de los espacios verdes para la salud física y mental

Un estudio del Centro de Investigación de Epidemiología Ambiental (CREAL) del Instituto de Salud Global (ISGlobal) ha certificado empíricamente que relacionarse con espacios verdes beneficia la salud general y mental.

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Foto: Efe

La investigación, publicada en la revista Environment International, ha observado que “la presencia de espacios verdes se asocia con una mejor percepción de la propia salud y una mejor salud mental”.

El objetivo de este estudio era evaluar la asociación entre los espacios verdes (parques, campos, etc.) y azules (playas, ríos, etc.) y la salud de las personas e investigar si esta asociación era distinta entre hombres y mujeres, en los diferentes niveles socioeconómicos y entre zonas urbanas y rurales. El estudio también pretendía evaluar si la relación entre espacios naturales y salud podía explicarse por diferencias en la actividad física o el apoyo social.

“Hay una evidencia cada vez mayor de los efectos beneficiosos en la salud de los entornos naturales. Sin embargo, la mayor parte de la evidencia se ha centrado en los espacios verdes y existe poca evidencia de los beneficios para la salud de los espacios azules”, ha comentado la investigadora del CREAL, Margarita Triguero-Mas.

 

Mejor percepción de la propia salud

Este estudio del proyecto europeo Phenotype ha proporcionado evidencias de que los espacios verdes se asocian a una mejor percepción de la propia salud y a una mejor salud mental, independientemente del grado de urbanización, estado socioeconómico y género.

“Además, nuestros resultados indican que estas asociaciones se explicarían por la reducción del estrés que nos proporcionan los espacios verdes y no por la actividad física o el apoyo social. También parecen indicar que los pequeños espacios verdes, como los árboles de las calles, son especialmente importantes”, ha subrayado Mark Nieuwenhuijsen, que ha dirigido la investigación. “Nuestro estudio -ha reconocido- no ofrece resultados concluyentes sobre los posibles beneficios para la salud de los espacios azules, por lo que son necesarios más estudios”.

 

Campo de actuación

La investigación ha analizado los datos de los adultos entrevistados entre 2010 y 2012 como parte de la Encuesta de Salud de Cataluña, donde se incluían características sociodemográficas de los entrevistados, la percepción de su propia salud y distintos indicadores de salud mental (depresión, ansiedad, visitas al psicólogo/psiquiatra, medicación para problemas de salud mental, etc.), la actividad física y el apoyo social. Los indicadores de verdor del entorno y del acceso a zonas naturales se obtuvieron a partir de las direcciones residenciales de los participantes.

Nieuwenhuijsen ha reconocido que “las investigaciones futuras se deberían centrar en los mecanismos que explican las asociaciones entre los entornos naturales y la salud, especialmente la salud mental”. “Se necesitaría más trabajo en este área; por un lado, recogiendo datos de las mismas personas durante tiempos más largos, y por otro, definiendo mejor la cantidad y calidad de espacios verdes y azules necesaria para proporcionar beneficios en nuestra salud”, ha concluido el investigador.