Los músculos rígidos son también cortos, y el acortamiento de los flexores de la rodilla aumenta la sobrecarga de los extensores de la parte inferior del tronco, especialmente al flexionar el tronco desde el abdomen.

Esta sobrecarga añadida lesiona después los extensores del tronco inferior, una de las causas más comunes de lumbalgia, según nos recuerdan Arnold G. Nelson y Jouko Kokkonen en su Anatomía de los estiramientos. Las contracturas musculares pueden comprimir los vasos sanguíneos del interior del músculo, y la disminución de riego sanguíneo puede hacer que los flexores de la pierna y los extensores de la región lumbar se tensen y fatiguen más.

Aunque este estiramiento ayuda a aliviar problemas aumentando la flexibilidad, no se recomienda su ejecución hasta que hayamos incrementado la flexibilidad de los flexores de la pierna. Si este ejercicio se hace cuando ambas series de músculos están rígidas, se corre el riesgo de causar daños a la región lumbar debido a que los flexores de la pierna son normalmente más grandes y fuertes, por lo que cede primero el eslabón más débil.

Ejecución

1. Sentarse en el suelo, una alfombra o una colchoneta, con las piernas extendidas y las caras internas de los tobillos tan juntas como sea posible.

2. Mantener los pies relajados en una posición natural.

3. Colocar las manos en el suelo cerca de los muslos.

4. Flexionarse desde el abdomen y bajar la cabeza hacia las piernas. Si es posible, mantener la parte posterior de las rodillas en contacto con el suelo.

5. Al flexionar el tronco, deslizar las manos hacia los pies y mantenerlas a lo largo de las piernas.

Músculos estirados

- Músculos más estirados: semitendinoso, semimembranoso, bíceps femoral, glúteo mayor, gemelos, parte inferior del erector de la columna.

- Músculos menos estirados: sóleo, plantar delgado, poplíteo, flexor largo de los dedos, flexor largo del dedo gordo, tibial posterior.