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miércoles, 24 de abril de 2024 00:04h.

Un esguince mal curado puede derivar en inestabilidad crónica de tobillo

¿Quién no ha sufrido un esguince de tobillo? La mayoría lo padece alguna vez en la vida, sobre todo si se practica deporte con relativa asiduidad. Estas lesiones son las más frecuentes en todas las actividades deportivas, independientemente de la disciplina o de si se realiza de forma profesional o amateur.

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Foto: juanjosebosca.com

El tobillo es la articulación que sufre más traumatismos por torsión, por lo que conviene cuidarlos con atención. La causa más común de su inestabilidad crónica es un mal tratamiento de los esguinces.

Este asunto lo conoce muy bien el doctor Andrés Fernández Posada, traumatólogo, miembro médico de la Federación Española de Kárate y ex médico de la Federación Española de Gimnasia. Forma parte del equipo de Traumatología y Cirugía Ortopédica del doctor Manuel Leyes en la Clínica CEMTRO. También participó como miembro del servicio médico del equipo olímpico español en los Juegos de Sidney 2000, Beijing 2008 y Londres 2012.

 

Protege los tobillos

Este especialista explica que las lesiones de tobillo generan una serie de complicaciones, entre ellas su inestabilidad crónica, que afecta de manera especial a los deportistas de élite por las consecuencias que puede producir en su rendimiento profesional.

Para Andrés Fernández, la inestabilidad crónica de tobillo se puede definir como “el cuadro clínico caracterizado por sensación subjetiva de inestabilidad y dolor persistente en un paciente con antecedentes de esguinces de repetición”.

Por tanto, se podría decir que la causa más frecuente suele ser “el tratamiento inadecuado de un esguince de tobillo, que provoca una cicatrización incorrecta del ligamento”, añade.

 

Los deportes más afectados

Los deportes en los que la inestabilidad es más frecuente son aquéllos en los que se realizan saltos y cambios de dirección, “como el baloncesto, el voleibol o el fútbol”. Hay otros, continúa el doctor Fernández Posada, “como la gimnasia rítmica donde aparecen otros factores de riesgo, como la laxitud articular, los saltos y los giros con el pie en flexión plantar forzada, movimientos de alta exigencia y amplio rango de movilidad articular”.

El doctor aclara que “además de los ligamentos (peroneo astragalino anterior, posterior y peroneo calcáneo en la cara externa, y deltoideo en la cara interna o medial), en la estabilidad del tobillo intervienen estructuras óseas (posición del astrágalo, que no está encajado en flexión plantar o posición ‘en relevé’ de gimnastas y bailarinas) y tendinosas (peroneos, tibial posterior y flexores de los dedos del pie)”.

 

Tratamiento

En deportistas de élite o en pacientes cuya actividad lleva consigo una exigencia articular alta, el tratamiento suele ser quirúrgico -señala el doctor-. En ocasiones podemos diferirlo según el calendario de competición del deportista, utilizando hasta el momento de la cirugía pautas de tratamiento de fortalecimiento, potenciación y propiocepción, así como vendajes específicos (tape). Estas pautas son fundamentales en el tratamiento preventivo de esta lesión en deportistas “de riesgo”, como son las gimnastas.

La técnica quirúrgica más utilizada es la de Bröstrom, mediante la que se realiza la plicatura del ligamento elongado para retensarlo. Se asocia una artroscopia para revisar la articulación y valorar posibles lesiones asociadas, en especial del cartílago articular, que pueden ensombrecer el pronóstico. En ocasiones, si no se consigue el resultado deseado, puede ser necesario recurrir a reconstrucciones mediante plastias tendinosas, explica el especialista.

Tras la cirugía se mantiene una inmovilización durante 6 semanas, las 3 primeras en descarga y las 3 siguientes permitiendo el apoyo progresivo. Posteriormente se suele mantener el tratamiento rehabilitador otras seis semanas, realizándose la incorporación al deporte de forma progresiva al 3º-4º mes de la cirugía, añade el doctor Fernández Posada.

 

Cuidado con los esguinces

El traumatólogo no duda en insistir y remarcar: “Hay que tener especial cuidado con los esguinces, ya que un síntoma de este tipo mal curado puede derivar en un problema mayor. La inestabilidad crónica de tobillo es uno de los problemas más importantes entre deportistas de élite, y dada la frecuencia de lesión que sufren los tobillos, también puede ser un gran problema para todas las personas que practiquen deporte frecuentemente”.