1. Estarás en mejor forma de cara a la primavera

Si dejas de correr en invierno, perderás tu forma física y luego necesitarás unas cuantas semanas para recuperarla. Así, manteniendo tus entrenamientos durante los meses más fríos, conservarás tu fondo físico y podrás marcarte objetivos más altos en primavera.

2. Correr en invierno te pone a prueba

Además de conservar tu forma física, correr en invierno también es una buena manera de poner a prueba tu capacidad. No se trata sólo de enfrentarse a la distancia, sino también al mal tiempo.

3. Te da energía

El frío puede hacer que te sientas más cansado de lo habitual, un hecho que en algunos casos te llevará a desmotivarte a la hora de salir a correr. No obstante, no es cierto que estés más cansado: está comprobado que correr aumenta tus niveles energéticos.

4. Por las mañanas encontrarás el mejor tiempo

No es algo garantizado, pero quienes corren en invierno dicen que el amanecer es el mejor momento del día para correr, puesto que encontraremos el aire más fresco y la mejor luz de la jornada, sin olvidar que no perturbaremos nuestra rutina habitual.

5. Entrarás rápidamente en calor

Incluso si hace frío, verás que no necesitas demasiadas capas de ropa. Una buena idea es llevar una capa exterior, que te mantendrá seco y abrigado y evitará que sudes mucho.

6. Puedes superar metas durante todo el invierno

Puedes establecer la meta que deseas alcanzar ante la llegada de la primavera. Esto dará más sentido a tus carreras y mejorará tu motivación de cara al final de la estación.

7. Es una buena excusa para renovar tu equipo de running

Usar el equipo del año anterior puede reducir tu motivación, mientras que adquirir un nuevo par de zapatillas o nuevas prendas representa una ocasión excelente para salir a probarlas.

8. No dejarás tirado a tu compañero

Es más fácil correr en invierno si lo haces acompañado. Saber que hay alguien esperando por ti puede motivarte a levantarte de la cama y salir a entrenar.

9. Las superficies difíciles ayudan a mejorar tu técnica

El tiempo invernal puede hacer que la superficie esté más resbaladiza. Los músculos de la pantorrilla se fortalecen a medida que trabajan para mantener tu equilibrio y tu cuerpo erguido.

10. El mal tiempo te hace fuerte

Correr con mal tiempo hace que te sientas realizado. Podrás relajarte y recuperarte al volver a casa. Además, en tu próxima carrera tu cuerpo estará más fuerte y mejor preparado.