Buscar
sábado, 20 de abril de 2024 07:16h.

Diez consejos para mejorar la circulación sanguínea en nuestras piernas

Según datos del Capítulo Español de Flebología, los síntomas de la insuficiencia venosa crónica (IVC) afectan al 30% de los adultos españoles, lo que significa que la padecen cerca de 15 millones de personas, de las cuales se estima que un 60% de los casos no están diagnosticados.

circulacion_piernas
Foto: hogarutil.com

La incidencia de esta patología aumenta con la edad, de forma que a partir de los 50 años la mitad de la población la padece. Muchas veces es el paciente quien la infravalora, ya que habitualmente no representa un problema grave para la salud. No obstante, esta patología vascular puede reducir en gran medida la calidad de vida personal y laboral de quienes la sufren y supone un problema sanitario de primera magnitud.

Con motivo de la publicación de los resultados del II Estudio CinfaSalud, dedicado a las 'Percepciones y hábitos de las mujeres españolas en relación a la salud de sus piernas y la IVC', realizado por Cinfa, el experto médico de la compañía, el doctor Eduardo González Zorzano, realiza un decálogo de consejos para mejorar la circulación venosa.

El informe, avalado por el Capítulo Español de Flebología y Linfología (CEFyL) de la SEACV, destaca que aunque los factores desencadenantes no pueden controlarse (causas genéticas, patologías, la edad), muchos otros pueden prevenirse con un estilo de vida adecuado mediante dieta, ejercicio y hábitos saludables:

 

1. Evitar permanecer de pie, quieto o sentado largos periodos de tiempo. Cuando por motivos de trabajo o viajes largos en coche, avión o autobús se deba permanecer mucho tiempo sentado, se recomienda no cruzar las piernas y utilizar un reposapiés. Tanto si se está sentado o de pie durante largos periodos, hay que mover frecuentemente los pies y las piernas y dar breves paseos.

 

2. Piernas arriba. Para mejorar el funcionamiento de las venas, y tras largos periodos sentados o de pie, se aconseja tumbarse y elevar las piernas por encima del nivel del corazón.

 

3. Utilizar medias terapéuticas. El médico o farmacéutico valorará el grado de compresión y talla más adecuados para cada persona.

 

4. Seguir una dieta equilibrada y baja en sal. Tanto el sobrepeso como el estreñimiento pueden afectar a la circulación. Para prevenirlos, es clave una dieta rica en fibra, frutas, verduras y cereales, así como reducir al mínimo el consumo de sal para retener menos líquidos.

 

5. Hidratación, por dentro y por fuera. Se debe beber entre 1,5 y 2 litros de agua diariamente. Además, es recomendable hidratar también la epidermis con productos especializados (cremas, etc.) para mantener la piel elástica y activar la circulación sanguínea de estas zonas.

 

6. Practicar ejercicio físico moderado de manera regular. Deportes como la natación o caminar diariamente, incluso el baile, la gimnasia y la bicicleta, ayudan a activar la circulación sanguínea.

 

7. Tras la jornada, activar el riego con una ducha y un masaje. Al finalizar la ducha diaria, aplicaremos agua fría a las pantorrillas en sentido ascendente para aliviar la sensación de pesadez. También ayudan los masajes con geles fríos, desde el pie a la rodilla en sentido ascendente, para activar el retorno sanguíneo.

 

8. El calzado y la ropa, mejor amplios. Las prendas de ropa muy ajustadas no son aconsejables, ya que pueden dificultar el retorno venoso desde las piernas al corazón. Igualmente, es preferible el uso de calzado ancho y cómodo, sin un tacón excesivo.

 

9. Evitar el calor. Dado que las altas temperaturas favorecen la dilatación de las venas, es importante evitar las fuentes de calor dirigidas directamente a las piernas: no se debe tomar el sol en las piernas de manera prolongada, ni depilarse con cera caliente o utilizar braseros o saunas.

 

10. Consultar con algún profesional sanitario. El médico o farmacéutico puede orientar acerca de complementos alimenticios, geles para piernas cansadas y medicamentos específicos para favorecer el retorno venoso.