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miércoles, 24 de abril de 2024 00:01h.

Cuestiones a tener en cuenta ante la llegada del frío

Es probable que la repentina llegada del frío que estos días hemos experimentado no haya impedido que los verdaderos amantes del deporte al aire libre varíen sus planes de entrenamiento o sus rutinas de caminar determinados kilómetros. Pero desde el blog de Aptonia nos recuerdan algunas consideraciones que debemos tener en cuenta para que las bajadas de temperatura no se conviertan en un problema para nuestra salud.

Foto: Aptonia

Los principales objetivos que hay que atender ante la llegada del frío son: no enfriarse, limitar la deshidratación y proporcionar energía suficiente para asegurar las necesidades del organismo.

La primera pregunta que se nos plantea es si debemos ir más abrigados en invierno durante la práctica de deportes al aire libre. Para protegerse del frío hay que vestirse correctamente y cubrir las extremidades, porque son las víctimas iniciales del tiempo invernal. Como la primera consecuencia del enfriamiento es la reducción del riego sanguíneo en esas zonas, los dedos de las manos y de los pies pueden resguardarse con calientamanos o calientapiés específicos.

Por lo que respecta a la hidratación, en invierno también debemos beber de manera regular. Cuando hace frío, no siempre sentimos las ganas de hidratarnos, y ahí está la trampa, porque tanto en invierno como en verano nuestro cuerpo suda. Además, como el aire frío es menos húmedo que el aire cálido, estimula la pérdida de agua en las vías respiratorias. Los deportistas que se mueven en este tipo de entorno pierden el reflejo de beber regularmente al llegar las bajas temperaturas. Para evitar la deshidratación lo mejor es tomar bebidas más o menos cada 10 minutos durante el esfuerzo.

Otro de los temas recurrentes en estas fechas es si en invierno conviene comer más grasas. Denis Riche, especialista francés en micronutrición, afirma que “los alimentos más adecuados para el esfuerzo en un ambiente frío son, en primer lugar, aquéllos que permiten trabajar a los músculos, es decir, los que son a base de glúcidos. El deportista no necesita ingerir más grasas si va bien vestido, come suficientemente y se mantiene en movimiento”. Hay que satisfacer las necesidades energéticas de manera suficiente, o en otras palabras, cubrir la cantidad que necesita un individuo para asegurar su gasto energético. Para ello hay que aumentar la ingesta de glúcidos y limitar el aporte de lípidos.