Si esto resulta demasiado de una vez, se puede dividir la actividad física en periodos de tiempo más reducidos, como 10 minutos de ejercicio varias veces a lo largo del día. Lo más importante, señalan desde la web de este colectivo estadounidense, es que cualquier ejercicio, por poco que sea, es mejor que ninguno.

Algunos de los beneficios que proporciona a nuestro organismo el ejercicio regular, según los facultativos americanos, son:

- Reduce el riesgo de ataque cardíaco, hipertensión, osteoporosis, diabetes y obesidad.

- Mantiene articulaciones, tendones y ligamentos flexibles, lo que hace más fácil moverse.

- Reduce algunos efectos del envejecimiento, en especial el malestar de la osteoartritis.

- Contribuye al bienestar mental.

- Ayuda a aliviar la depresión, el estrés y la ansiedad.

- Aumenta la energía y la resistencia.

- Ayuda a dormir mejor.

- Ayuda a mantener un peso normal al aumentar el metabolismo (la tasa a la que se queman calorías).

Fidelización a un programa de ejercicios

Para mantener un programa de ejercicios, los médicos de familia estadounidenses recomiendan seguir los siguientes consejos:

- Elige una actividad que te guste: también hay que asegurarse de que el físico se adapta al ejercicio elegido. Por ejemplo, si se padece artritis en las articulaciones, la natación podría ser una buena opción.

- Consigue un compañero: hacer ejercicio con un amigo o familiar puede hacerlo más divertido. Un compañero de ejercicio puede ofrecer apoyo y ánimo. Además, será menos probable que dejes de hacer ejercicio algún día si alguien más cuenta contigo.

- Varía los ejercicios: será menos fácil aburrirte o lesionarte si incluyes variaciones en tu rutina de ejercicio. Camina un día, monta en bicicleta el siguiente y ten en cuenta actividades como los deportes de raqueta.

- Elige un momento cómodo del día: no hagas ejercicio demasiado pronto después de comer o cuando hace mucho calor o frío en el exterior. Si te cuesta hacer ejercicio por las mañanas, espera hasta las horas finales del día.

- No te desanimes: puede llevar semanas o meses hasta que sean más perceptibles algunos de los beneficios del ejercicio, como la pérdida de peso.

- El dolor no es necesario: aunque es normal sentir molestias musculares después de empezar a hacer ejercicio, el dolor no lo es. Descansa si tienes dolor o si te lesionas.

- Convierte en divertido el ejercicio: puedes leer, escuchar música o ver la televisión mientras utilizas una bicicleta estática. También se puede caminar por aquellos lugares que más nos fascinan o aprender a practicar ese deporte que nos gusta ver por televisión.