1. Establece un objetivo realista.

Es fundamental establecer una meta personal, sobre todo en el caso de corredores principiantes. Tener un objetivo claro te ayudará a trabajar para lograrlo y a seguir de cerca tu progreso en el tiempo. Muchos runners se marcan como objetivo inscribirse en una carrera. Dependiendo de tu estado físico, puedes apuntarte a una distancia que te resulte asequible pero, al mismo tiempo, también seductora.

2. Entrena al menos dos veces por semana.

Una regla de oro es entrenar al menos dos veces por semana, por ejemplo una vez durante la semana y otra el fin de semana. Siguiendo esta pauta tendrás dos días de descanso entre cada sesión, tiempo suficiente para permitir la recuperación del cuerpo. Entrenar una sola vez por semana conllevará un progreso más lento, además de una mayor probabilidad de abandono por tener la sensación de que el método no da los frutos deseados.

3. Incluye los entrenamientos en tu rutina.

Para mantenerte al día con tus entrenamientos, deberás incorporarlos a tu rutina diaria, ya sea por la mañana, a mediodía o por la tarde. Sin embargo, mientras unos corredores obtienen mejores resultados siguiendo una rutina estricta, otros prefieren aprovechar la flexibilidad que proporciona este deporte.

4. Fortalece tus músculos poco a poco.

La actividad de correr implica una gran tensión sobre el cuerpo, por lo que es importante ir fortaleciéndose poco a poco. Tu estado físico mejorará rápidamente, aunque tus músculos y tendones necesitarán algún tiempo adicional.

Si acabas de llegar a este deporte, y con la intención de prevenir lesiones, comienza corriendo unos minutos a paso ligero y alterna esto con unos minutos caminando. A continuación, puedes ir incrementando las distancias sin aumentar demasiado la velocidad. Debes dar tiempo a tu cuerpo para que se vaya adaptando. Recuerda que una lesión temprana puede hacer que abandones el entrenamiento.

5. Corre en un entorno que te sirva de inspiración.

Intenta encontrar un entorno natural que te sirva de inspiración para correr, ya sea un parque, bosque, dunas... Si vives en una zona urbana, resulta mucho más relajante escapar del ruido y el humo de los coches. Si estás falto de ideas, consulta alguna página web con información sobre las mejores rutas para correr.

6. Utiliza el equipamiento adecuado.

El uso del equipamiento adecuado para correr, además de reducir el riesgo de lesiones, evita que utilices las condiciones meteorológicas como excusa para no entrenar. Actualmente son muchas las marcas deportivas que ofrecen prendas de running diseñadas para mantener tu cuerpo seco y a una buena temperatura, independientemente del tiempo que haga. Igualmente, debes asegurarte de llevar el calzado idóneo para tus pies.

7. Corre con un acompañante.

Uno de los mejores consejos para mantenerte constante en la persecución de tus propósitos es buscar un acompañante para tus entrenamientos. Aparte de hacerlos más entretenidos, permitirá que os motivéis el uno al otro. Correr con un acompañante también es más seguro, especialmente si tus salidas se realizan en horas de poca luz. Otra buena opción podría ser inscribirse en un club de atletismo.