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jueves, 25 de abril de 2024 00:00h.

Cinco maneras sencillas de mejorar tu rendimiento en carrera

Tal y como nos recuerdan en el portal web de Asics, hay ocasiones en que pequeños cambios en nuestro estilo de correr pueden mejorar el rendimiento en carrera. Por eso, nos proponen cinco maneras sencillas de solucionar los problemas más comunes que pueden ralentizar la marcha, causar fatiga o dificultar nuestro entrenamiento.

Foto: Asics

1. No puedo mantener mi ritmo. Si notas que no puedes mantener tu ritmo de entrenamiento después de los primeros cinco o diez minutos, puede que tu cuerpo no haya tenido suficiente tiempo de calentamiento. El cuerpo necesita adaptarse al esfuerzo repentino que implica correr, tanto si lo hacemos por la mañana, tras ocho horas durmiendo, como después del trabajo, tras haber pasado la mayor parte del día sentado.

Es aconsejable realizar algún ejercicio de estiramiento y calentamiento antes de correr. También puedes iniciar la marcha trotando a ritmo de jogging y aumentarlo a los cinco o diez minutos.

2. No veo progreso en mi entrenamiento. Si te esfuerzas al máximo y no obtienes ninguna recompensa, es posible que tu programa de entrenamiento no esté surtiendo efecto. Un buen programa consta de una serie de fases que te ayudan a organizar tus entrenos y mejorar el rendimiento poco a poco. También te permite trabajar para alcanzar un objetivo difícil, pero realista, y ayuda a mantener la motivación cuando tu progreso no sea tan rápido como quisieras.

3. Me siento débil cuando corro. Como al correr se pierde mucho líquido a través del sudor, es fácil deshidratarse. Incluso una pequeña deshidratación disminuye tu rendimiento físico y puede retrasar tu recuperación. La cantidad de líquido que deberías consumir es algo que debes descubrir por ti mismo. Una síntoma de que necesitas ingerir mayor cantidad de líquido es tener la orina oscura y concentrada, y orinar pequeñas cantidades.

Una forma de calcular la cantidad de líquido que has perdido es pesarse antes y después de correr. La diferencia entre ambas mediciones es la cantidad de líquido perdido, que es la que necesitas reponer. Ten en cuenta que, dado que tu cuerpo no retiene todo el líquido que consumes, deberías beber aproximadamente 1,5 veces la cantidad de líquido perdido.

4. Me lesiono con frecuencia. Las lesiones causadas por este deporte pueden deberse a numerosos factores, y a veces no tienen una solución sencilla. No obstante, está en tus manos prevenir las causas más comunes de lesión. Lo primero que debes preguntarte es si llevas la clase de calzado adecuado, porque utilizar zapatillas inadecuadas para tu tipo de pronación, de entrenamiento o de superficie en la que corres puede dar lugar a lesiones.

5. Tengo demasiado frío durante mi entrenamiento. Llevar el equipo adecuado para correr es clave para un entrenamiento cómodo. Tener demasiado calor o demasiado frío puede afectar a tu rendimiento. Por ello, la ropa debería ayudar a mantener tu cuerpo en la zona de confort. No pasa nada si tienes frío durante los primeros cinco a diez minutos de la marcha, ya que tu cuerpo todavía está en proceso de calentamiento.

Así que no te dejes confundir por la temperatura; lo último que necesitas es quitarte ropa durante la carrera. Si sales un día de frío, puedes protegerte con una camiseta de manga larga y mallas de Goretex.