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jueves, 25 de abril de 2024 21:46h.

¿Existen dietas que permitan adelgazar sólo una parte concreta del cuerpo?

Hay personas que sólo quieren adelgazar una parte concreta de su cuerpo, donde acumulan más grasa. Pero una dieta localizada que actúe como un misil en la zona elegida y no en el resto del cuerpo es casi un imposible. La dietista del Instituto de Obesidad de Madrid, Marta Ruiz, explica que, aunque no existe la dieta efectiva cien por cien que actúe justo en una zona concreta, sí se prescriben las llamadas dietas liposuctoras, basadas en el consumo de proteínas que ayudan a bajar grasa de forma rápida.

Foto: Efe - Diego Azubel

Es la preocupación de mujeres y hombres que acuden a los especialistas con un sobrepeso de 3 a 7 kilos que se asienta especialmente en el abdomen, en los glúteos o en los muslos y cartucheras.

No siempre se cumple que si te sobra de pecho vayas a bajar directamente de esa zona, pero sí es cierto que con este tipo de dietas proteinadas se consigue con mayor facilidad”, apunta la nutricionista.

Estas dietas de proteínas, que tienen sus seguidores y sus detractores, no sólo evitan los hidratos de carbono, sobre todo los de absorción rápida (azucares simples como bollería industrial, chocolate u otros dulces), sino que también limitan los lácteos y las frutas ya que, aunque son alimentos sanos, contienen azúcares que se absorben muy rápido.

Aunque son productos muy saludables porque tienen mucho contenido de agua y vitaminas, ese exceso de azúcares, si no los vamos a quemar inmediatamente, el cuerpo lo transforma en grasa y lo coloca en zonas donde tengamos tendencia”, señala la especialista.

 

El horario ayuda a la dieta

Las dietas liposuctoras evitan el consumo de hidratos en las horas de merienda y de cena y en su lugar incluyen proteínas. “Así se consigue que la célula tome la energía que necesita para su funcionamiento de la grasa de la zona donde abunde”.

Marta Ruiz desaconseja, por tanto, tomar a media tarde lácteos, frutas y productos azucarados industriales (bollos, dulces, natas, cremas pasteleras…) que se transforman directamente en grasa y hacen ganar peso.

Para la cena recomienda tomar verduras (que aportan hidratos de carbono de absorción lenta, por lo que no llegan a convertirse en grasa) y proteínas (carnes, pescados, huevos o mariscos). “El hábito de hacer una cena ligera a base de tres yogures con cereales es un error porque, aunque es ligero a la hora de hacer la digestión, no lo es a la hora de mantener la figura ya que tiende a acumularse en grasa. Los lácteos hay que tomarlos por la mañana o a mediodía, pero no más tarde”, indica Marta Ruiz.

 

Lo ideal, una bajada de peso proporcionada

¿Una dieta específica para que bajen ciertas zonas del cuerpo? No, no creo que sea efectiva. Eso no se puede calcular”. El doctor Juan Carlos Percovich, del Servicio de Endocrinología de Capio Hospital Sur de Alcorcón (Madrid), se muestra así de contundente. “Todas las dietas (hiperprotéicas, disociadas, bajas en hidratos de carbono) provocan una pérdida de peso por la sencilla razón de que reducen el consumo de calorías”, subraya.

Considera que las dietas proteínicas, como la famosa del nutricionista francés Pierre Dukan, conllevan una pérdida de líquido, por lo que la persona baja de peso rápidamente y se siente deshinchado, con el consiguiente efecto de satisfacción y bienestar. “Pero es un falso amigo, en realidad puede estar deshidratado”, advierte el endocrino.

Las dietas hiperprotéicas han evolucionado mucho desde los años 70, cuando se dio a conocer el método diseñado por el cardiólogo Robert Atkins. Ya no son tan altas en proteínas y han introducido algo de hidratos de carbono. “Cada vez se parecen más a las dietas equilibradas pero sin llegar a serlo. Empiezan con sólo proteínas y al cabo de un tiempo van introduciendo hidratos. Van a perder mucho peso al principio pero al final se frenan, como ocurre con los pacientes de la dieta equilibrada”, explica el doctor.

 

Efecto rebote

Las dietas liposuctoras o proteínicas suelen tener un efecto rebote (ganar más peso que cuando se comenzó la dieta) cuando se dejan de hacer. Este efecto rebote, en opinión de la nutricionista Marta Ruiz, se produce en dietas proteínicas muy estrictas, es decir, aquéllas que restringen al máximo el aporte de lácteos, frutas y productos azucarados sencillos como zumos, bebidas refrescantes…

Es verdad que sí generan una bajada de peso muy eficaz y muy rápida, y si no se hace una reintroducción paulatina de los alimentos puede haber un efecto rebote. Si se hace la transición correctamente, introduciendo poco a poco los alimentos, no se produce ese efecto”, señala la dietista, para quien es fundamental llevar un seguimiento y un control de todas las fases de la dieta y no sólo dejarnos guiar por las recomendaciones de un libro, como el de la dieta Dukan.

Es necesario el control de un especialista que explique, por ejemplo, que en las primeras fases de proteína estricta se necesita dar un suplemento de vitaminas porque si no vas a crear carencias en el organismo, o que cuando la superemos y vayamos introduciendo otro tipo de alimentos hay que ser muy riguroso y primero introducir uno concreto, a las dos semanas otro… Y así se mantiene el peso. Pero si hacemos proteína estricta y luego pasamos a comer de todo sin ningún tipo de control sí que hay efecto rebote”, explica Marta Ruiz.

El endocrino del Hospital Sur de Alcorcón (Madrid) considera, por su parte, que hay zonas del cuerpo que son muy difíciles de reducir, como las cartucheras o unos muslos voluminosos por la musculatura. En este caso concreto advierte de aquellas dietas que, al contrario que las liposuctoras, son bajas en proteínas y pueden llevar a perder masa muscular. Se caería en la “malnutrición”.

Para este especialista, lo adecuado es una dieta equilibrada “que conlleve una pérdida proporcional de peso” y dar orientación al paciente para que aplique hábitos de vida saludables, aparte costumbres inadecuadas y consuma una alimentación correcta que le ayude a prevenir un aumento de peso.

En cualquier caso, tanto el especialista en Endocrinología como la nutricionista del Instituto de Obesidad de Madrid insisten en la importancia de practicar una actividad física de forma regular en combinación con la alimentación. Y nada tan fácil como caminar una hora al día para ayudar a combatir la flacidez.