En esta edición, el corredor de Vilassar de Mar completó los 21,9 kilómetros y 1.172 metros de desnivel con un crono de 1:51:33, liderando la carrera con mucha sabiduría y sacando más de tres minutos de diferencia al segundo clasificado, Andreu Simon (1:54:56). La tercera plaza del podio la ocupó el atleta mallorquín Biel Gomila con un tiempo de 1:58:35.

En la modalidad femenina, la corredora de la Seu d’Urgell Roser Español hizo valer su experiencia en los tramos más técnicos y exigentes del circuito para llevarse el triunfo con un registro de 2:22:28. La atleta local Mònica Isern finalizó en segunda posición con 2:33:02, mientras que la tercera plaza fue ocupada por Emilia Martínez con 2:37:20.

Plena satisfacción de los corredores y de la organización

Aunque durante toda la tarde el Centre Excursionista Vilassar estuvo pendiente de los radares metereológicos por si se tenía que activar alguna medida de seguridad en algún tramo del circuito, que pasaba por las poblaciones de Vilassar de Mar, Cabrils y Cabrera de Mar, finalmente las tormentas no descargaron sobre la Burriac Atac y la competición se pudo disputar dentro de las previsiones establecidas.

Al acabar la prueba, la mayoría de los participantes destacaban la impresionante tarea realizada por los voluntarios (300 personas en total), la dureza del recorrido -que por primera vez se había equiparado a la distancia de media maratón- y uno de los rasgos que distinguen a la Burriac Atac: la salida y la llegada a nivel del mar, si bien gran parte del circuito transcurre por senderos de montaña.

Por otra parte, los organizadores se mostraron muy satisfechos con las cifras de participación conseguidas: en la carrera nocturna de los adultos participaron más de 700 personas, mientras que 500 niños de 0 a 14 años tomaron parte por la tarde en la Marrec Atac, una prueba de carácter no competitivo que tuvo lugar por un circuito totalmente urbano.