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miércoles, 24 de abril de 2024 00:00h.

Un atleta correrá descalzo los 19.000 km que separan Canadá de Tierra de Fuego

Su nombre da pistas de un origen poco convencional, y su próxima travesía revela su gusto por hacer cosas "diferentes": Joseph Michael Kai-Tsu Liu Roqueñi, de 32 años, planea correr descalzo desde Canadá a Argentina durante 18 meses.

Foto: Joseph Michael Kai-Tsu Liu Roqueñi

El chexican, como él se describe por sus raíces chinas, mexicanas y canadienses, partirá hoy martes desde Montreal y cruzará 14 países hasta llegar a Ushuaia, en Tierra del Fuego, conocida como la ciudad más austral del mundo.

La estrategia de Kai-Tsu es correr alrededor de 25 kilómetros o dos horas y media, lo que ocurra primero, dos veces al día. Lo hará sin zapatillas porque “es algo que nadie ha hecho”, es más barato y no tiene que cargar con tanto peso.

En total, sus pies tocarán 19.000 kilómetros de camino, una distancia de casi 7.000 kilómetros más que el diámetro de la Tierra. La meta de Kai-Tsu es personal, aunque también planea reunir fondos para alguna organización a favor de la educación de cada país por el que pase.

Este atleta se inspiró en el recorrido del Che Guevara en moto por América y en el caso del equipo de rugby uruguayo que sobrevivió más de dos meses en la cordillera de Los Andes, pero su "verdadero gurú" es el alpinista italiano Reinhold Messner, quien ha escalado las 14 cumbres de más de 8.000 metros de altitud sin oxígeno.

 

Pensé que mis amigos sí me creían”

Kai-Tsu acaba de salir de la Universidad de Concordia, donde pertenecía al equipo de cross country running. Sin embargo, ni siquiera sus compañeros corredores confiaban en que empezaría esta aventura. “Me dicen que estoy loco, la mayoría no lo creía, hasta ahorita porque ya voy a salir el martes”, cuenta.

Para este reto lleva más de un año preparándose. Ha corrido descalzo en casi todas las superficies con las que se va encontrar y con la mochila que llevará, “porque la mecánica es diferente”. Antes de hacerlo leyó sobre los Tarahumaras, la historia de exploración del ser humano y la moda minimalista del running.

El entrenamiento de Kai-Tsu sin zapatillas ha sido gradual y la mayor distancia que ha corrido así hasta el momento es de 20 kilómetros, incluso unos cuantos sobre la nieve. No ha seguido una dieta porque en el camino comerá “lo que encuentre” e intentará consumir semillas de chía, una fuente con más proteína que el arroz o el trigo, según la Autoridad de Seguridad Alimentaria Europea. Además, sus patrocinadores le proveerán de algunas barras y suplementos de vegetales.

 

A mí nadie me va a seguir”

Escogió esta travesía porque quiere ser diferente de otros aventureros como Jesper Olsen, quien ha recorrido el mundo con zapatillas y un equipo de apoyo. A diferencia de Olsen, dice Kai-Tsu, “a mí nadie me va a seguir”.

Su ruta está pensada en función de las estaciones del año, para no toparse con el invierno. Sabe dónde estará cada día y en diciembre planea llegar a Centroamérica, pero se abstiene de dar más fechas y lugares por lo que pueda pasar en el camino.

Él es consciente de los riesgos, desde robos hasta encontrarse con un animal salvaje. Únicamente lleva un botiquín y un botón de emergencia para que lo rescaten por helicóptero si lo necesita, aunque trata de no pensar en ello e incluso dice que, si algo le pasa, regresaría a atenderse a Canadá y después continuaría su ruta. "No pienso darme por vencido fácilmente", concluye.