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viernes, 29 de marzo de 2024 00:02h.

Un atleta con esclerosis múltiple corre 12 maratones en 2012 para luchar contra la enfermedad

Correr doce maratones en una misma temporada es un reto difícil de alcanzar para la mayoría de personas, pero si además quien los realiza padece esclerosis múltiple desde hace 15 años el hecho se convierte en proeza. Es el caso de Minu Rovirosa, un sabadellense de 46 años que el pasado domingo en Lanzarote completó este objetivo con el que pretende recaudar fondos para luchar contra esta enfermedad neurodegenerativa para la que todavía no existe cura.

Foto: 20minutos.es

Fue una época muy oscura porque tampoco sabía exactamente lo que tenía. Empecé a perder el equilibrio, tenía problemas de visión... llegué a estar muy mal”, explicaba hace unos días al diario 20 Minutos Minu Rovirosa.

La debilidad muscular, la falta de control de las extremidades y de sensibilidad o los trastornos visuales son algunos de los síntomas de la enfermedad, pero no los únicos. Algunos pacientes se quedan postrados en una silla de ruedas, otros pierden la memoria y el sentido de la lógica.

Rovirosa se siente muy afortunado. “La enfermedad se ha portado muy bien conmigo. Está estancada desde hace ocho años y me he recuperado”, admite. Por eso, se ha propuesto recaudar, a través de www.elmeugradesorra.org/domingorovirosa1, 1.500 euros antes de que acabe el año para la Fundación Esclerosis Múltiple (FEM), de la que es socio.

El deporte ideal

Yo siempre había hecho mucho deporte, pero con la enfermedad me volví muy patoso y tuve que dejar el fútbol, el frontón y el tenis. De hecho, correr ni siquiera me gustaba, pero me enganché”, recuerda divertido. Ahora corre con un buen amigo, Agustí París, y juntos han realizado más de 500 kilómetros por toda la geografía española, desde las Islas Canarias hasta l'Escala (Girona), pasando por Madrid y los Monegros, y en la mayoría de los casos con marcas nada despreciables que rondaron las 3 horas y 40 minutos. “Para mí son muy buenos tiempos, pero el objetivo no era ése, sino correr los doce maratones, y debía tener cuidado para no lesionarme”.

Para lograrlo, llegó a correr dos maratones en pocos días. “En marzo falleció mi suegra y no pude disputar el de Barcelona, por eso en abril hice el de Madrid y el de l'Escala. Fue duro, la verdad”, admite. El desierto aragonés también resultó muy complejo y tardó casi 5 horas y media en recorrer los 47,7 kilómetros. “Fue durísima, el terreno era muy complicado y la alargaron siete kilómetros”, recuerda Rovirosa, quien celebra que no se sobrepasaran los 35ºC pese a disputarse en julio.

Nuevos retos para 2013

El domingo cruzó la línea de meta por última vez este año. ¿Y el 2013, qué? “Creo que me merezco un descanso, porque físicamente estoy cansado, pero me gustaría hacer un triatlón en un futuro”, reconoce Rovirosa, aunque los metros en el agua no le atraen demasiado. “Pero la gente, incluso aquéllos a los que no les entusiasma nadar, se engancha”, señala el corredor, quien prefiere vivir el momento y no pensar en el futuro de su enfermedad.

Una enfermedad sin cura

Todavía no hay cura para la esclerosis múltiple, por lo que queda mucho por hacer. De hecho, aún se desconocen sus causas, aunque la mayoría de científicos sostiene que es una enfermedad autoinmune y que, por factores genéticos y ambientales, el propio cuerpo destruye la mielina, una proteína grasa que protege las neuronas. El neurólogo determina el tratamiento en cada caso, pues puede evolucionar por brotes recurrentes o de forma progresiva.