Jornet, acompañado del director de este primer filme, Sébastien Montaz-Rosset, explicó algunos detalles de esta aventura que le llevará a algunas de las cimas más míticas, como el Mont Blanc o el Elbrús en Europa, el McKinley o Aconcagua en América y el Everest, como hito final, en el Himalaya.

En “A fine line” muestra su filosofía de vida y amor hacia la naturaleza y la montaña a través de una película a modo de reportaje en que hace dos travesías por los Alpes italianos y franceses, con el Mont Blanc como protagonista ya que Jornet, acompañado de amigos y especialistas, huye de ser el foco de atención pese a correr y esquiar por lugares indómitos que sólo él y los suyos son capaces de transformar en rutas.

“La película va sobre las dos travesías en el macizo del Mont Blanc. En la primera tuvimos un accidente y se tenía que reflejar en la película, que la montaña da placer y felicidad pero tiene riesgos y peligros y no todo es bonito. En la segunda unimos dos ciudades donde nació el alpinismo, porque unirlas era un buen inicio para este proyecto”, explicó el catalán, que nació en y para la montaña.

El accidente, su “gran cruz” en este 2012, fue la muerte de uno de sus compañeros de aventura, el francés Stéphane Brosse, quien cayó por una ladera en el ascenso a la Aiguille d’Argentière, en el macizo del Mont Blanc. Por ello, la película está dedicada a él y al amor compartido con Kilian Jornet por la montaña.

“Se refleja por qué pasó y hay que ser transparentes. Es lo más difícil que puedes tener, no esperéis una cosa macabra pero se tiene que abordar el tema, que hubo un accidente y que la montaña tiene momentos difíciles. Lo hemos tratado de una manera muy clara, y la película en parte es un homenaje a Stéphane. Teníamos la misma filosofía y sirve para mostrar su idea de la montaña, lo que quería transmitir a sus hijos”, expresó Jornet.

Para financiar este ambicioso proyecto, y no romper su espíritu, han comenzado a vender a través de su página web oficial el DVD con esta película. Además, esperan recaudar fondos por medio de los “Amigos de Summits of my life”, que deberán aceptar una carta de valores redactada por el propio Kilian Jornet.

Ir con oxígeno es dopaje

De momento hay más caras que cruces en este proyecto que tiene como techo el imponente Everest, al que espera llegar en 2014. “Lo veo muy lejos todavía, pero es ir haciendo expediciones al Himalaya para ver cómo me siento a 8.000 metros. Para mí no tendría sentido ir por una ruta normal, porque hay cuerdas fijas y muchas expediciones y vas con oxígeno, y eso es doping de alguna manera”, manifestó en una clara declaración de principios e intenciones.

“No sé si estaré preparado para entonces. La imagen, hoy en día, es que si tienes un sueño no luches, cómpralo. Pero tienes que entrenar a fondo y prepararte. Se toman riesgos y debes ser consciente de ellos, el problema es que la gente esto no lo quiere ver, y por eso ves a muchas personas que llevan mucho material pero no están preparadas”, advirtió Jornet, quien a sus 25 años ya es bicampeón del mundo de esquí alpino y cuatro veces campeón del mundo de carreras de montaña.

Por su parte, el director del filme, Sébastien Montaz-Rosset, comentó la dificultad de seguir a Kilian Jornet para grabarle, pese a ser un experto en alta montaña, y destacó de la película su transparencia. “Todos tenemos sueños y tratamos de cumplirlos. A veces sale bien y otras mal. Todo es aprender más de cuando no se gana. Esta historia va a tocar a todos, no necesitas ser esquiador o corredor, porque habla de fallos y éxitos, y los errores van a llegar a todo el mundo”, aseguró.