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sábado, 20 de abril de 2024 00:06h.

Kathrine Switzer será la madrina del primer maratón femenino del sur de Europa, que se celebrará en Mallorca

La estadounidense Kathrine Switzer, primera atleta en recorrer una maratón con dorsal, en Boston, en el año 1967, recordó en Madrid una insólita aventura que "abrió el camino de las mujeres hacia la igualdad de participación en las pruebas de fondo", y que tendrá su reflejo en Palma de Mallorca el 30 de marzo de 2014, con una prueba femenina de 42 kilómetros denominada '261 Women's Marathon'.

Kathrine-Switzer
Foto: 42k Running

Switzer, de 66 años, tuvo la osadía de inscribirse en el Maratón de Boston en 1967. Utilizó las iniciales K.V Switzer para burlar el control de la organización y obtener el dorsal 261, un número para la historia del atletismo.

La estadounidense, que presentó en Madrid el maratón femenino que tendrá lugar en Palma de Mallorca el 30 de marzo, llegó a la meta de Boston con un tiempo de 4.20 horas, no sin antes superar momentos críticos, ya que fue agredida por un juez que quiso impedir que siguiera corriendo. La presencia de su novio y entrenador, y de algunos atletas, le quitaron de encima al comisario.

"Cuando terminé el maratón de Boston me di cuenta de que mi vida iba a cambiar y que aquello supondría un impulso para que las mujeres tuvieran más oportunidades en el deporte y para mejorar yo como atleta. Ya en 1972 podíamos competir sin escondernos y fue un hito histórico. Empezaron a crearse carreras femeninas de 10 kilómetros, y hoy hay más de 400", comentó Switzer.

 

De la agresión al beso del juez

En la línea de meta comenzó una nueva lucha: había que incluir a las mujeres en las pruebas de fondo. Un camino en el que, al final, hasta el juez que la quiso echar en pleno maratón de Boston entró en razón. "Aquel juez estuvo cinco años enfadado, pero luego cambió la legislación y las mujeres podían correr en Boston en 1972. Un año después se me acercó a mí antes de la salida para darme un beso", recuerda.

Switzer llegó a correr aquel maratón por influencia de su entrenador, que había participado cinco veces en la prueba bostoniana. Su idea era hacer pruebas mucho más cortas. "Empecé a entrenarme para una carrera de 5 kilómetros, pero mi entrenador me hablaba mucho del maratón de Boston, me contaba historias y le dije que quería participar. Me comentó que le tenía que demostrar que podía correr y le convencí con un entrenamiento de 50 kilómetros. Mi entrenador se desmayó del esfuerzo. Cuando se levantó me dijo: Puedes".

A partir de Los Angeles'84 el maratón femenino fue incluido en el programa olímpico, otro espaldarazo para el desarrollo del atletismo femenino. "Si las mujeres podíamos correr un maratón, ya no se nos podía resistir ninguna prueba", asegura.

El próximo maratón de Mallorca trata de ser un referente en Europa, ya que de las cinco pruebas que se celebran en el mundo sólo dos se consideran relevantes, los de Nagoya y San Francisco, con una participación de 14.000 y 25.000 atletas respectivamente.

 

Las mujeres aún tenemos miedo”

Kathrine Switzer ganó el Maratón de Nueva York de 1974 y ha completado 35 carreras de 42 kilómetros. La estadounidense ya visitó España en 1972, en concreto Madrid, cuyo principal recuerdo es que se refugió en el Museo del Prado "para estar más calentita".

Switzer estuvo acompañada en un acto que tuvo lugar en un hotel del centro de Madrid por las atletas españolas Nuria Fernández, campeona de Europa de 1.500, y Vanessa Veiga, campeona de España de maratón y olímpica en Londres 2012. Ambas deportistas destacaron su condición de madres de familia y su perfecta adaptación al deporte de élite después de dar a luz a 2 y 3 hijos respectivamente.

"Dejé el atletismo para formar una familia, y después del tercer hijo me propuse volver al máximo nivel. Nadie confiaba en mí, pero yo sí. En mi debut obtuve el título nacional y el pasaporte olímpico", comentó.

"Tener un maratón femenino como el de Palma de Mallorca", dijo Veiga, "puede marcar un antes y un después para el atletismo femenino, ya que las mujeres aún tenemos miedo", concluyó.