La aragonesa, que había llegado a Polonia "con ilusión y en la forma perfecta", según dijo la víspera, partía con la duodécima marca del ranking.

Con los tiempos de las dos primeras series, Macías supo al tomar la salida que tenía que estar entre las tres mejores de su carrera y, en caso de ser tercera, con menos de 4:10.91, un registro accesible para ella, que ha corrido este año en 4:09.22.

Salió una carrera lenta, al ritmo que marcaba la albanesa Luiza Gega (1:21.78 el 400, 2:19.74 el 800). Macías escuchó tercera la campana que anuncia el último giro, pero no tuvo fuerzas para dirimir la lucha final por los puestos. Llegó cuarta con 4:17.14.

Isabel no pudo repetir presencia en la última carrera, como había hecho hace dos años en Estambul, y España, como en la prueba masculina, no tendrá representación en la final de 1.500.

Antonio Abadía

Por su parte, el zaragozano Antonio Abadía obtuvo, con 7:46.36, la mejor marca de su vida en las series de 3.000 metros, pero aun así se quedó a dos décimas de la final. "No puedo prometer éxito, pero prometo sudor", había anticipado el aragonés, y cumplió lo prometido.

La primera serie había sido rápida (victoria del keniano Augustine Kiprono Choge en 7:44.85) y, como pasaban los cuatro primeros, la marca de referencia para las cuatro plazas de repesca eran los 7:51.27 del octavo, el turco Ali Kaya.

Antes de mitad de recorrido Abadía había caído al último puesto, aunque progresó hasta el octavo para cubrir el último kilómetro. Todavía mejoró un puesto hasta terminar séptimo, pero los de repesca se repartieron entre los quintos y sextos de las dos series.