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viernes, 29 de marzo de 2024 00:01h.

Hammou Moudouji y Nadia al Yafili, vencedores del Maratón de los Cedros

Dos atletas profesionales, Hammou Moudouji y Nadia al Yafili, han sido los vencedores del Maratón de los Cedros, una exigente competición que este año celebraba su quinta edición en alturas que oscilan entre los 1.600 y los 2.100 metros, en el corazón del Medio Atlas marroquí.

Foto: 123rf.com

A pesar de su nombre, se trata en realidad de una carrera de cuatro etapas (con una media de 20 kilómetros cada una) en paisajes casi alpinos, contrapunto de otra competición más famosa, el Maratón de las Arenas, que tiene lugar cada mes de abril en las regiones más áridas y desérticas de Marruecos.

El Maratón de los Cedros, en la categoría masculina, fue ganado por Hammou Moudouji, un local del equipo Achabale Mrirt, quien completó los 86,5 kilómetros de las cuatro etapas en un tiempo de 4 horas y 55 minutos, mientras que en la categoría femenina la vencedora fue la italo-marroquí Nadia al Yafili, en 6 horas y 18 minutos.

De los 125 corredores que tomaron parte en la carrera, sólo ocho hombres y cinco mujeres se dedican al atletismo profesional, mientras que el resto son aficionados que quieren ponerse a prueba en un entorno de alta resistencia y descubrir de paso los espectaculares paisajes de la montaña marroquí.

 

Poca participación extranjera

Las autoridades de la región de Ifrán, por donde transcurre la competición, tratan de promocionar una prueba que aún atrae a pocos corredores extranjeros: apenas una decena compitieron este año, y la mayoría de ellos son residentes en Marruecos o marroquíes con residencia en Europa.

El presidente y organizador del maratón, Abdelqader Mouaziz -ganador de los maratones de Londres, Nueva York y Madrid a lo largo de su trayectoria profesional, y hoy ya retirado- señaló que su objetivo es dar a conocer mediante el deporte de alta resistencia los circuitos del Medio Atlas marroquí, que aún quedan fuera de los itinerarios más visitados en el país.

De hecho, los corredores han atravesado, entre el jueves y el domingo, paisajes alejados del tópico marroquí, como mesetas de alta montaña, cascadas, lagos alpinos y los densos bosques de abetos, robles y cedros que son hogar de los huidizos monos del Atlas.

 

Gran nivel logístico a un precio muy económico

En cada final de etapa, la organización había previsto alojamientos en vivac, con cenas servidas por especialistas en catering, además de espectáculos musicales con grupos del folclore bereber, típico de la zona.

El francés Olivier Boubasaro se mostró sorprendido por el alto nivel logístico y deportivo que ha tenido la carrera, pues los gastos de inscripción de los participantes eran de sólo 1.500 dirhams (135 euros). Boubasaro insistió en el aspecto puramente deportivo, subrayando el alto número de jueces, la disponibilidad de los servicios médicos y de ambulancia y el rigor de las pruebas de cronometraje, y mostró su extrañeza de que no atraiga a más corredores de países como España, Francia o Italia.

Aunque los premios en metálico aún no son muy cuantiosos (10.000 dirhams, 7.000 y 5.000, equivalentes a 900, 650 y 450 euros para los puestos primero, segundo y tercero, respectivamente, en ambas categorías), Mouaziz confía en atraer a más patrocinadores en el futuro y poder no sólo aumentar los premios, sino también inscribir la prueba en los circuitos internacionales.

 

Mucho calor y también mucho frío

Celebrado a finales de junio, entre la primavera y el verano, el Maratón de los Cedros puede presentar algunos días de extremo calor, en las peladas mesetas, junto a otros muy frescos, como los que transcurren entre los sombreados bosques de cedros.

La irregularidad de los caminos y la abundancia de piedra suelta, más la falta de oxígeno que se acusa visiblemente a partir de los 1.500 metros de altitud, hacen del Maratón de los Cedros una prueba especialmente exigente incluso para los atletas profesionales.