Este segmento de la oferta turística rural española también sufre los efectos de la crisis, de manera que ocho de cada diez usuarios modificaron sus hábitos vacacionales por la situación económica. Fundamentalmente, se acortaron los días de escapadas (28%) y se decantaron por alojamientos más económicos (22%) o por reducir el gasto en actividades (16%).

No obstante, a pesar de las dificultades económicas, el 57% de los españoles se ha alojado en hoteles o casas rurales en los últimos doce meses. Los que todavía no lo han hecho lo achacan a la crisis, aunque también los hay que prefieren otro tipo de turismo, los que creen que es caro y los que tienen su propia vivienda vacacional.

Un perfil de público importante

Según el mismo informe, el 92,7% de los encuestados que no ha practicado turismo rural se plantea hacerlo en el futuro. Eso sí, para darles un empujón demandan un mejor precio (50,6%) y ofertas especiales (47,1%).

Este dato “indica una vez más la importancia del precio como determinante y que de manera creciente los viajeros esperan ofertas específicas”, explica a Efetur el director de comunicación de Toprural, Joseba Cortázar.

Los viajeros rurales

A pesar de las dificultades económicas, el 45% de los viajeros que sí habían realizado turismo rural en los últimos doce meses ha afirmado haber mantenido sus escapadas, frente al 35% que las ha disminuido y el 19% que las ha aumentado. En estos momentos, la media se sitúa ahora en dos salidas al año y en dos noches de duración.

Las escapadas favoritas son las de fin de semana, (73%), seguidas de los puentes (46%), mientras que uno de cada cuatro encuestados elige esta opción de alojamiento durante sus vacaciones estivales.

En cuanto a la compañía, la pareja gana fuerza frente a los grupos de amigos o a los grupos familiares.

El bolsillo, la clave

A la hora de elegir su alojamiento, el precio es el factor determinante para tres de cada cuatro clientes, aunque el entorno (52,1%) y las características del alojamiento (49,6%) también se encuentran entre las variables más importantes. Por regla general, en concreto para el 64% de los encuestados, las tarifas de hoteles y casas rurales son baratas y, según el estudio, el gasto medio por persona y noche se ha situado en 59 euros.

Esta cifra refleja, según Cortázar, que hay una percepción de “que están gastando más en el alojamiento que hace dos años, algo que no es real”, porque según el Observatorio de precios, las tarifas han bajado un 4%. Esta tendencia, que se pone en marcha ante la caída de la demanda nacional, “es peligrosa”, según Cortázar, porque se atrae demanda a corto término pero se pierde rentabilidad a medio plazo y, además, “puede suponer una caída en los servicios o en la calidad de los mismos” y es cuando “surgen los malos entendidos y las experiencias negativas”.

Internet llega para quedarse

Para buscar y elegir su alojamiento rural, una gran mayoría de los viajeros, el 83,79%, lo busca a través de internet, aunque también se siguen las recomendaciones de los amigos (44,6%) y guías de turismo rural (25%). Además, para realizar la reserva los usuarios usan este medio, una cifra que va en aumento y a la que el sector debe dar una respuesta.

El propietario, un embajador del destino

Los destinos se eligen fundamentalmente por la naturaleza y el entorno y por la recomendación de los amigos, mientras que las actividades favoritas del viajero rural son el senderismo, la gastronomía y la fotografía.

Una vez que han llegado al lugar, el propietario se convierte en un personaje clave que debe ”rentabilizar este papel y funcionar como una oficina de turismo que ni siquiera existe en algunas zonas”.