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jueves, 25 de abril de 2024 00:00h.

El IBV desarrolla un sistema que permite hacer ejercicio físico sin agotarse

Una investigación del Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) a partir de la medición de la frecuencia cardiaca y el volumen de oxígeno consumido ha dado como resultado un nuevo sistema con bajo impacto articular que permite realizar deporte en una plataforma sin agotarse y hacer un mayor gasto calórico que los mismos ejercicios sobre suelo. Este sistema ha sido presentado esta semana en Sports Unlimited Valencia, evento profesional orientado al deporte que se celebra hasta hoy jueves en la Feria de esta ciudad.

Foto: IBV

El fisioterapeuta y técnico de Valoración Biomecánica en el IBV, Salvador Pitarch, ha explicado que este método permite una alternativa a las personas sedentarias, mayores, con sobrepeso o con problemas en las articulaciones. El director médico del Sistema ABE, el doctor Alberto Sacristán, ha reconocido que estos colectivos son los que "no acuden a los gimnasios de manera habitual debido a la dureza de los ejercicios sobre suelo, falta de resistencia o de movilidad".

Sin embargo, "aunque el consumo calórico es superior a una clase de aerobic, la sensación de cansancio es menor y permite realizar la actividad física durante más tiempo", ha añadido. Así, una persona de unos 70 Kg. gastaría entre un 15% y un 20% más de calorías por minuto en estas plataformas que sobre el suelo, según explica Sacristán.

En ese sentido, ha indicado que sobre las plataformas "se realizan múltiples ejercicios aeróbicos y movimientos de todas las partes del cuerpo y grupos musculares, con un mínimo impacto articular y menor esfuerzo, a ritmo de música y con elementos como pesas, palos, cintas elásticas o maracas".

Lo último que han incorporado son unos pulsómetros que permiten medir la frecuencia cardiaca de la persona que está practicando ejercicio. Con esto se ha comprobado que "son capaces de mantenerla alta, de forma similar a la de un deportista de élite, durante casi toda la hora que dura la clase", asegura el doctor Sacristán.

Orígenes

El origen del Sistema ABE se remonta a una innovación desarrollada en Argentina donde, primero en plataformas sobre cámaras de ruedas de camión y después sobre cámaras de disipación de aire, se lleva practicando durante 10 años, con unos resultados en la salud cardiovascular que fueron demostrados por la Universidad Caece (Centro de Altos Estudios en Ciencias Exactas) y otros trabajos médicos.

En España se adaptó el pasado año incorporando una rutina de ejercicios aeróbicos acompasados de música, tras un análisis previo con médicos del deporte y profesores de educación física. Antes de iniciarse en el sistema ABE es necesaria una valoración de la salud y la condición física, que se puede complementar con un asesoramiento nutricional.