Chema Martínez, que fijó para 2014 entre sus objetivos completar el Gran Slam de Los 4 Desiertos, vuelve a demostrar todo su potencial al mantener su liderato en la tercera de las cuatro pruebas que se disputarán a lo largo del año.

Tras la Sahara Race y la Gobi March, Martínez ha conseguido vencer la tercera carrera en el desierto chileno de Atacama, que ha disputado entre el 5 y el 11 de octubre. En su tercera experiencia en la ultradistancia, el madrileño ha ganado todas las etapas, recorriendo 250 kilómetros a través del desierto más árido del mundo y en autosuficiencia alimentaria. El tiempo total empleado ha sido de 25 horas y 57 minutos, por delante del austriaco Herbert Lehner (30h54´) y del inglés Jonty Cowan (31h31´).

Han sido siete durísimas etapas consecutivas en condiciones extremas, en las que los participantes han corrido una distancia media de más de un maratón diario, con las adversidades de las altas temperaturas y áridos terrenos de arena y sal que este desierto añade.

Autosuficiencia

En cada una de las pruebas del Gran Slam de los 4 Desiertos cada participante debe cargar con todo el alimento necesario para la supervivencia en una mochila de un peso medio de 10 kilogramos, dado que la organización sólo provee del agua necesaria para cada día, una plaza en una tienda para colocar el saco de dormir y los servicios médicos que puedan ser precisos.

Chema Martínez vuelve a afrontar este desafío capitaneando el equipo Corre 1km+, formado por un grupo de atletas solidarios que desde octubre de 2012 están colaborando con Cruz Roja y su llamamiento de emergencia humanitaria en España 'Ahora + que nunca', y que ha conseguido en Atacama Crossing la primera posición en la clasificación general por equipos del Gran Slam de los 4 Desiertos.

Además, Juan Carlos Albarrán, Jesús Molina y José Luis Gómez Alciturri -el resto de integrantes- han culminado juntos cada una de las etapas de este duro desafío, en un inigualable reto deportivo en equipo.

Próximo objetivo, la Antártida

“Vuelvo de una nueva aventura culminada, con la mochila llena de emociones. Una experiencia muy extrema y exigente que requiere la máxima preparación y sobre todo mucha dureza, tanto física como mental”, afirmó Chema Martínez tras hacerse con el Plato que le otorga el primer puesto del Atacama Crossing.

También añadió que “a pesar de la dureza, tengo que confesar que me siento feliz. Me siento grande, ¡el ser capaz de enfrentarme a estos retos y sobre todo el poder cumplirlos me hace encontrarme especialmente bien! Ahora es el momento de coger fuerzas y empezar a prepararme de nuevo para la Antártida, a la que me enfrentaré en menos de un mes”.