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jueves, 18 de abril de 2024 00:01h.

Caminar al menos 150 minutos a la semana mejora la calidad de vida tras un ictus

Caminar con regularidad, a paso ligero, después de sufrir un derrame cerebral podría ayudar a mejorar la condición física, movilidad y calidad de vida del paciente, según un estudio publicado en Stroke: Journal of the American Heart Association.

Foto: Flickr/Flequi

"Caminar es una excelente manera de mantenerse activo después de un accidente cerebrovascular. Es familiar, de bajo costo y algo que la gente puede hacer fácilmente", afirma Carron Gordon, autor principal del estudio y profesor en el Departamento de Terapia Física de la Universidad de las Indias Occidentales de Jamaica.

Para el estudio, los científicos dividieron a 128 adultos supervivientes de accidentes cerebrovasculares en dos grupos: uno que caminó a paso ligero al aire libre tres veces por semana durante tres meses y otro que tenía masaje terapéutico pero no ejercicio supervisado. El grupo que realizó los paseos tuvo una mejoría del 16,7% en su calidad de vida gracias a su salud física, además de que podían andar un 17,6% más en una prueba de resistencia de seis minutos. Asimismo, se detectó en estos participantes una tasa cardiaca en reposo un 1,5% inferior.

Según Gordon, después de un derrame cerebral muchas personas carecen de energía y tienen miedo de caerse al caminar, por lo que dejan de hacer actividades significativas como ir de compras o visitar a amigos y familiares.

Otros beneficios

Los participantes en la investigación estaban ingresados en tres hospitales de Jamaica, habían sufrido un accidente cerebrovascular isquémico o hemorrágico entre 6 y 24 meses antes del estudio y podían caminar de forma independiente, con o sin bastón.

Los miembros del grupo que caminó fueron supervisados por instructores durante su paseo y, con el tiempo, los amigos o miembros de la familia les acompañaron hasta que se sentían cómodos para hacerlo solos, dijo Gordon.

Aunque la mayoría de los participantes del estudio eran de raza negra, resultados similares se pueden esperar en cualquier grupo étnico o cultural, según el director de la investigación, quien señala, no obstante, que los resultados no pueden extenderse a pacientes con efectos más graves o a aquéllos que no pueden caminar de forma independiente.

"Caminar puede ayudar a controlar la presión arterial, reducir los niveles de grasa o lípidos y controlar el peso, factores de riesgo cardiovascular", dijo Gordon. La Asociación Americana del Corazón recomienda al menos 150 minutos por semana de ejercicio moderado ó 75 minutos semanales de ejercicio vigoroso (o alguna combinación de ambos) para la mayoría de la gente y para supervivientes de accidentes cerebrovasculares, además de ejercicio aeróbico de tres a siete días a la semana entre 20 y 60 minutos.